El peronismo, en una sesión de autoflagelación análisis introspectivo, se reunió para debatir su futuro. ¿El resultado? Descubrieron que la gente los asocia con planes sociales y vagancia. ¡Sorpresa!
Timerman propuso un plan para generar millones… pero primero hay que ganar. Marina Acosta, llegando tarde pero con optimismo, aseguró que Milei ya es más impopular que el mate cocido. ¿Será?
El conversatorio, con más autocrítica que asado, dejó al descubierto la preocupación en el PJ. ¿Lograrán revertir la imagen de «partido de los vagos»? Amanecerá y veremos. #Peronismo #CrisisExistencial #PlanesSociales
Consultores debaten sobre los desafíos del peronismo
En un conversatorio organizado por el Consejo Nacional del Partido Justicialista y la Escuela Justicialista Néstor Kirchner, los consultores Analía del Franco, Hugo Haime, Marina Acosta y Raúl Timerman analizaron las «nuevas demandas sociales» y los desafíos que enfrenta el peronismo de cara a las próximas elecciones. El encuentro, coordinado por Nicolás Trotta, exministro de Educación, se realizó en la sede porteña de la CONADU con la presencia de un auditorio reducido.
Trotta destacó la importancia del debate para «construir un nuevo llamado para la esperanza e incorporar los desafíos del Siglo XXI», buscando una alternativa superadora que convoque a la gente en las elecciones de este año y de 2027. Sin embargo, la dinámica del evento no incluyó debate entre los oradores ni preguntas del público.
Autocrítica y preocupación por la percepción social
Hugo Haime planteó la necesidad de abordar la percepción social que asocia al peronismo con «la cultura de los vagos» y la generación de planes sociales. «Somos los que generamos planes sociales y llevamos a los pobres a que nos voten. Tenemos que romper esa percepción», insistió. Para Haime, el peronismo debe proponer una alternativa productivista y volver a la cultura del trabajo, aunque aseguró que «Milei tiene una alta probabilidad de fracasar».
Analía del Franco coincidió con Haime y presentó resultados de investigaciones cualitativas que revelan una «animosidad muy importante con los planes sociales». Según Del Franco, «el kirchnerismo quedó como la cultura de la demanda, no del esfuerzo», financiando a «los vagos» sin un control adecuado en la asignación de los planes. La consultora recomendó al peronismo «observar, escuchar, interpretar, ajustar los contenidos, aggiornarse y actuar».
Optimismo y propuestas de desarrollo
En contraste con la autocrítica de Haime y Del Franco, Marina Acosta, directora de Analogías, presentó una visión más optimista. Acosta aseguró que sus estudios revelan que más del 55% de la gente considera el gobierno de Milei autoritario y que su gestión tiene mayor desaprobación que aprobación. En cuanto a la intención de voto, Acosta indicó una leve ventaja para La Libertad Avanza a nivel nacional, pero un escenario competitivo para el peronismo en la provincia de Buenos Aires.
Raúl Timerman, por su parte, propuso un proyecto de país federal enfocado en la generación de empleo y la producción de riqueza, con propuestas en siete áreas de desarrollo que podrían incrementar las exportaciones y generar cientos de miles de puestos de trabajo. «Para eso hay que eliminar el RIGI, ganar las elecciones y tener un gobierno que lleve adelante este nuevo proyecto», sostuvo. Finalmente, Teresa García, secretaria general del PJ, reconoció el enojo de la gente con Milei, pero advirtió que eso no implica una automática transferencia de esperanza hacia el peronismo. García también se refirió a la resistencia interna del partido a repensar sus políticas, ejemplificando con la reacción a las declaraciones de Cristina Kirchner sobre la reconversión del Estado y los planes sociales.