Nuestro (¿amado?) presidente, el economista Javier Milei, volvió a hacer de las suyas en el universo cripto. Esta vez, con un tuit que promocionaba la criptomoneda $LIBRA, vinculada a un proyecto para «fondear empresas argentinas». El resultado: una montaña rusa financiera que terminó con la moneda por el piso y más de un inversor rascándose la cabeza (y la billetera).
Semejante movida generó un tsunami de especulaciones. ¿Fue un error garrafal? ¿Una irresponsabilidad propia de un novato en economía (¡ja!)? ¿O hay gato encerrado? Porque, convengamos, el timing de la operación fue más sospechoso que un Fiat 600 estacionado en Puerto Madero.
Para colmo, el olor a «Rug Pull» (estafa que te hace creer que estás en una alfombra roja y luego te la sacan de un tirón) es insoportable. O sea, inflaron la cripto como un globo aerostático para luego pincharla y dejar a los inversores con los bolsillos vacíos. 87 millones de dólares, para ser más precisos. Un vuelto, bah.
Como frutilla del postre, Milei se lavó las manos como Pilatos en Semana Santa. Dijo que no sabía nada, que era un proyecto privado, que la culpa es de la casta… en fin, el clásico repertorio mileista. Eso sí, borró el tuit incriminatorio más rápido que un delivery con propina.
La cereza (podrida) del postre: no es la primera vez que Milei se ve envuelto en un escándalo cripto. En 2022, ya había promocionado otra moneda dudosa que terminó en denuncia por estafa. ¿Será que el león libertario tiene una maldición criptográfica? O simplemente, ¿le gusta jugar con fuego (y el dinero ajeno)?
El tuit presidencial que desató el caos en el mercado cripto
En una tarde que parecía tranquila, el presidente Javier Milei publicó un tuit promocionando la criptomoneda $LIBRA, presentándola como parte de un proyecto para financiar empresas argentinas. El resultado fue explosivo, pero no de la manera esperada. En cuestión de minutos, la moneda se disparó para luego desplomarse estrepitosamente, dejando un tendal de inversores con pérdidas millonarias. La maniobra despertó sospechas de una posible estafa tipo “Rug Pull”.
De la euforia al desplome: la cronología de una criptomoneda exprés
La historia de $LIBRA comienza el 20 de octubre con una reunión entre Milei y Julian Peh, CEO de KIP Network Inc. Días después, KIP lanza el proyecto «Viva la libertad» y su sitio web, presentando el token $LIBRA como la solución para «fortalecer la economía argentina». El dominio del sitio, curiosamente, fue registrado horas antes del lanzamiento.
El viernes a las 19 hs, Milei publica el tuit que encendería la mecha. El precio de $LIBRA, que cotizaba a 0.33 dólares, se multiplicó por 13 en 40 minutos. Sin embargo, la euforia duraría poco. La moneda inició un descenso vertiginoso, mientras que los inversores iniciales del proyecto retiraban alrededor de 87.4 millones de dólares, según la firma Kobbeissi Letter.
Las sospechas de Rug Pull y el silencio oficial
Expertos consultados por Clarín calificaron la maniobra como «insólita», señalando que la repentina subida y bajada de $LIBRA se asemeja a un “Rug Pull”, una estafa donde se infla artificialmente el precio de un activo para luego desplomarlo y desaparecer con el dinero de los inversores.
El silencio inicial del gobierno, sumado a la falta de transparencia del proyecto y la rapidez con la que se ejecutó la operación, alimentaron las sospechas. Más tarde, Milei se deslindaría del proyecto a través de un tuit (que luego borró), alegando desconocimiento y culpando a la clase política. No es la primera vez que el presidente se ve involucrado en polémicas relacionadas con criptomonedas. En 2022, promocionó CoinX, una criptomoneda que posteriormente fue denunciada por estafa. El caso de $LIBRA reaviva el debate sobre la regulación del mercado cripto y la responsabilidad de las figuras públicas al promocionar activos de alto riesgo.