¿Será que Wolff se cansó de las fugas o lo fugaron a él? El Ministerio de Seguridad porteño parece una puerta giratoria, y no precisamente para los presos. Con este cambio, Giménez, un hombre de la fuerza, toma las riendas… ¿Será que ahora se viene la mano dura o solo es maquillaje preelectoral?
¿Alguien más está llevando la cuenta de cuántos Ministros de Seguridad ha tenido la Ciudad? Parece un juego de la silla donde el que pierde se tiene que ir a ver el US Open. Lo importante es que no se pierda de vista el problema real: las cárceles están que explotan, literalmente.
Wolff fuera, Giménez adentro: cambio de guardia en el Ministerio de Seguridad porteño
Tras una serie de controversias por el manejo de la crisis carcelaria en la Ciudad de Buenos Aires, Waldo Wolff presentó su renuncia al Ministerio de Seguridad. Su reemplazante será Horacio Giménez, ex jefe de la Policía Metropolitana durante la gestión de Mauricio Macri como jefe de Gobierno porteño. La salida de Wolff, quien se perfilaba como candidato a legislador en las próximas elecciones, se produce tras reiterados cruces con el gobierno nacional por la responsabilidad en las fugas de presos. «Por su entrega e incansable trabajo», agradeció Jorge Macri a través de la red social X.
Un perfil diferente para un ministerio en crisis
El nombramiento de Giménez marca un cambio de estrategia en la cartera de Seguridad. A diferencia de Wolff, con una amplia trayectoria política, Giménez posee un profundo conocimiento de la fuerza policial desde adentro. «Se le está dando el control del ministerio a un hombre de la policía, saliendo de la conducción civil política», comentaron fuentes porteñas. Sin embargo, la designación de Giménez no está exenta de polémica. En 2013, lideró un operativo en el Hospital Borda que terminó con la represión de manifestantes, aunque fue absuelto en 2016.
El Ministerio de Seguridad: un puesto caliente
El cargo de Ministro de Seguridad en la Ciudad de Buenos Aires se ha caracterizado por su alta rotación en los últimos años. Recordados son los casos de Martín Ocampo, quien renunció tras el fallido operativo de seguridad en la final de la Copa Libertadores 2018, y de Marcelo D’Alessandro, quien dimitió tras verse involucrado en el escándalo de los chats de Lago Escondido. La salida de Wolff se suma a una larga lista de funcionarios que no lograron completar su mandato en un ministerio que, por la complejidad de la problemática que aborda, se ha vuelto difícil de controlar.