Milei va por la Corte Suprema con la sutileza de un elefante en una cristalería. ¿Decretazo para nombrar jueces? ¿En serio? El macrismo, con cara de «yo no fui», recuerda su propia metida de pata con Rosenkrantz y Rosatti. El kirchnerismo, cual paloma mensajera (condiciones aplican), dice estar «abierto al diálogo». Ajá. Mientras tanto, el Senado mira con pochoclos el posible papelón. ¿Será que Milei logrará su cometido o terminará con un chichón judicial del tamaño de la deuda externa?
Lijo ya prepara la licencia, por si las moscas. La Corte, con cara de pocos amigos, le anticipa un rotundo NO. García-Mansilla, en modo zen, observa el incendio desde afuera. Milei tiene hasta el 1° de marzo para definir si va por el decreto. Después… que Dios y el Senado lo ayuden.
Milei y la Corte Suprema: ¿Decreto o Consenso?
La posible designación por decreto de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, candidatos de Javier Milei, para la Corte Suprema de Justicia ha generado una fuerte controversia política. La oposición, incluyendo referentes del macrismo, critica la decisión recordando el nombramiento «en comisión» de Rosenkrantz y Rosatti por parte de Mauricio Macri, calificándolo como un «error». Si bien ambos jueces fueron posteriormente confirmados por el Senado, el precedente genera preocupación sobre la legitimidad de este tipo de nombramientos.
El Kirchnerismo y la Búsqueda del Diálogo
En medio de la tensión, el kirchnerismo se muestra «abierto al diálogo» y propone un acuerdo amplio que abarque no solo los cargos en la Corte Suprema, sino también la designación del procurador general y del defensor del pueblo, vacantes que se mantienen por falta de consenso político. José Mayans, senador por Formosa, reiteró la disposición del oficialismo a negociar las designaciones, advirtiendo que la imposición unilateral no conducirá a un acuerdo. Incluso, trascendió que Cristina Kirchner aspira a la inclusión de una mujer en la Corte.
El Senado como Árbitro Final
La falta de quórum en el Senado para tratar el pliego de Ariel Lijo la semana pasada evidenció las dificultades del oficialismo para avanzar con los nombramientos. La oposición anticipó su rechazo a la designación de Lijo y mantiene reserva sobre García-Mansilla. Si Milei decide utilizar la vía del decreto, el Senado tendrá la facultad de rechazar los nombramientos en comisión. El plazo para la designación se acorta: el 1 de marzo comienza el período ordinario de sesiones y, a partir de entonces, se requerirá el acuerdo del Senado para cualquier nombramiento. Mientras tanto, Lijo considera pedir licencia en su cargo actual, una posibilidad que la Corte ya ha anticipado que rechazará, y García-Mansilla se mantiene en silencio respecto a su postura.