Buenos Aires. La arena política argentina volvió a vibrar este sábado con un contundente mensaje de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien, desde su cumplimiento de prisión domiciliaria, dirigió un picante «Che Milei» al actual mandatario, Javier Milei, coronando su misiva con un inesperado y resonante «boludo». El tuit, que rompe un prolongado silencio epistolar en redes sociales, generó un instantáneo revuelo en el fragor de la disputa gobernante.
La exvicepresidenta, a quien le fuera confirmada recientemente su sentencia a seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para cargos públicos por parte de la Corte Suprema, retoma así su formato de interpelación directa al presidente utilizando el encabezado «Che Milei», una marca registrada de su comunicación política en la era digital. El mensaje, difundido en la red social X, no solo reflota sus habituales críticas a la gestión económica del gobierno libertario, sino que eleva la apuesta con un exabrupto que, para muchos, marca un nuevo hito en el singular diálogo entre dos figuras centrales del escenario nacional.
Un «boludo» que hace eco
El vocablo «boludo», utilizado por Kirchner, no pasó desapercibido. Su empleo se produce pocos días después de una catarata de agravios proferidos por el presidente Milei contra el gobernador bonaerense Axel Kicillof durante un congreso libertario. Este intercambio de «gentilezas» verbales entre figuras políticas de primer nivel parece inaugurar una nueva era de confrontación discursiva, donde las formas tradicionales ceden espacio a un lenguaje más visceral y directo.
El mensaje de Kirchner inició con una ironía: «Che Milei, ‘economista experto en crecimiento con y sin dinero'». Inmediatamente, la exmandataria se zambulló en un detallado cuestionamiento sobre «los dólares que se van y las inversiones que no llegan». En este punto, la exvicepresidenta hizo referencia a la preocupación gubernamental por el déficit externo, tras la reciente publicación del balance de las cuentas externas por parte del INDEC. Una preocupación, cabe destacar, que mantiene en vilo no solo al oficialismo, sino a la ya acostumbrada paciencia de los mercados.
«Y vos que sos Bilardista, sabés muy bien que RESULTADO mata relato, así que te dejo algunos numeritos que surgen del Balance Cambiario que publicó ayer el BCRA», continuó Kirchner, citando al carismático director técnico de fútbol. Acto seguido, la expresidenta enumeró de manera incisiva una serie de cifras sobre la fuga de capitales. Sostuvo que el sector privado no financiero habría remitido desde Argentina y hacia el exterior valores récord desde 2003, un dato que, de confirmarse, encendería alarmas en cualquier manual de economía doméstica. O, peor aún, que esos valores equivalen a la mitad de los últimos desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI), un organismo que, parafraseando a Spinetta, «siempre está volviendo».
Che Milei, “economista experto en crecimiento con y sin dinero”…
Vos podrás gritar como energúmeno, putear en arameo y amenazar con meter “presos a todos”… pero hermano… LOS DÓLARES SE VAN Y LAS INVERSIONES NO LLEGAN…
Y vos que sos Bilardista, sabés muy bien que RESULTADO…
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) June 28, 2025
Un «fracaso» con sabor a chicana
«¿Seguís pensando que los que se llevaban los dólares afuera ‘eran héroes contra la casta’?… Mirá que ahora el Presidente sos vos y se la siguen llevando igual», chicaneó Kirchner, dejando en claro que la retórica anti-casta no siempre se traduce en resultados tangibles. «La inversión extranjera directa, desde que llegaste a la presidencia, tiene saldo negativo por 1.500 millones de dólares… Tu RIGI, ‘mejor presidente de la historia’, un fracaso». La alusión al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), una de las apuestas fuertes del gobierno, fue un golpe directo en la línea de flotación de la política económica oficial.
La exmandataria inquirió: «¿En serio seguís pensando que el problema de la Argentina es sólo el sector público? Fijate, porque ya no tenés qué ajustar. Te quedás con guita que es de las provincias. Tenés a media Argentina que no llega a fin de mes y se endeuda para comer y arriba los números no te cierran. Ni en dólares. Y por lo que vimos en la licitación de deuda de la semana pasada, ni en pesos». Una crítica que resuena con la creciente tensión fiscal entre la Nación y las provincias, y que pone de manifiesto la angustia que atraviesan los bolsillos de gran parte de la población.
Finalmente, Cristina Kirchner dejó dos posdatas a modo de remate. La primera, en línea con sus recientes mensajes de audio dirigidos a la militancia y gremios, advierte: «Podrán encerrarme y proscribirme, pero el modelo económico de endeudamiento estructural, salarios pisados y dólar planchado, como siempre, va a fracasar. Ya lo vivimos». Un eco de su narrativa de «lo hemos visto antes», invocando el historial económico argentino.
La última posdata, sin embargo, fue la que selló el mensaje con una mezcla de insulto e ironía: «Y Milei… ya sabemos que sos cruel… lo que no podés ser, hermano, es boludo y no darte cuenta que estás yendo a un callejón sin salida. En fin…».
Este «Che Milei» marca el regreso de la expresidenta al formato tuitero después de dos meses y medio. El anterior, datado el 12 de abril, había surgido tras el levantamiento del cepo cambiario, ocasión en la que Kirchner le reprochó a Milei: «El FMI te obligó y mandaste una devaluación de casi el 30%». Posteriormente, la exmandataria había concentrado su atención en el frente judicial, aguardando el inminente fallo de la Corte Suprema que, finalmente, confirmó su condena por corrupción. Ahora, parece que el teclado vuelve a ser un arma preferida en su particular arsenal político.