Cristina llegó tarde, pero llegó. Asado camporista en Ezeiza con olor a batalla. Kicillof, el gran ausente, ¿o el gran enemigo? Máximo, inquieto como perro en cancha de bochas. ¿Será por la morcilla jugosa o por la presión de la jefa? Cristina, dispuesta a «jugar fuerte», aunque sin especificar si con naipes o con lapiceras. El desdoblamiento electoral, el tema que une a propios y extraños: Cristina y Milei, juntos en el rechazo… aunque por motivos bien distintos. ¿Habrá sido el asado tan malo como para que Cristina prefiera ir presa?
Los intendentes, entre la espada y la pared (o entre el asado seco y la furia de Cristina). El PJ bonaerense, un verdadero cabaret donde la política se mezcla con el drama personal. ¿Y el vecino? Ah, sí, el vecino… Mientras tanto, Milei les habla de inteligencia artificial (y algunos todavía creen que habla de robots que hacen empanadas). ¿Se viene la derrota peronista? El olor a desorden y a asado quemado lo indican.
Cristina, asado y la encrucijada electoral bonaerense
Un asado en Ezeiza, organizado por La Cámpora, se convirtió en el escenario de una cumbre política de urgencia con la presencia de Cristina Kirchner. La reunión tuvo lugar en medio de la creciente tensión con el gobernador Axel Kicillof por la posibilidad de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales. Según trascendió, la ex presidenta aseguró estar dispuesta a «jugar fuerte» en la actual coyuntura.
La velada contó con la presencia de varios intendentes del conurbano bonaerense, pero la llegada de Cristina Kirchner fue el punto culminante. «Yo estoy para jugar. Y jugar fuerte», le escucharon decir a la vicepresidenta, quien llegó tarde a la reunión en el predio El Mangrullo, propiedad de la familia Granados. Mientras Máximo Kirchner se mostraba inquieto, la ex mandataria se sentó junto a la senadora provincial Teresa García, quien recientemente presentó un proyecto para unificar las elecciones bonaerenses, en una clara señal de oposición al desdoblamiento impulsado por Kicillof.
El fantasma del desdoblamiento y la unidad inesperada
El posible desdoblamiento de las elecciones es un tema que, paradójicamente, une a Cristina Kirchner con el líder libertario Javier Milei en su rechazo. Si bien sus motivaciones son diferentes, ambos sectores coinciden en la conveniencia de que las elecciones provinciales y nacionales se realicen el mismo día. Desde el espacio de Milei, se argumenta que les favorece una contienda electoral polarizada entre el libertario y Cristina Kirchner, mientras que en el kirchnerismo se teme que un desdoblamiento profundice la división del peronismo bonaerense y facilite el triunfo de Milei. «A nosotros también nos conviene votar todo el mismo día y que la pelea se reduzca entre Milei y Cristina», admitió un legislador del espacio libertario.
La interna peronista y el futuro incierto
La tensión entre La Cámpora y Kicillof se agudiza, y algunos intendentes peronistas expresan su hartazgo por el control que ejerce la agrupación kirchnerista sobre el armado de las listas. «Esto es un cabaret», graficaron fuentes del peronismo bonaerense, reflejando el clima de desorden y enfrentamientos personales que atraviesa el partido. La posibilidad de que Cristina Kirchner se postule como diputada provincial por la Tercera Sección electoral, bastión del kirchnerismo, se menciona como una alternativa en este escenario de incertidumbre. La preocupación por una posible derrota electoral se suma a la falta de un discurso claro y atractivo para el electorado, en contraste con el avance de figuras como Javier Milei, quien, con su retórica disruptiva, logra captar la atención de los votantes, especialmente los jóvenes.