Cristina y Kicillof bajan tensión, pero la interna hierve

Redacción Cuyo News
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La tensa tregua entre Kicillof y cristina kirchner: negociaciones bajo fuego cruzado antes del cierre de listas

A menos de dos meses del cierre de listas para las elecciones legislativas, la interna entre el gobernador bonaerense Axel Kicillof y la titular del Partido Justicialista, Cristina Kirchner, mantiene en vilo al peronismo provincial. Pese a los intentos por bajar el perfil público de la confrontación, la relación entre ambos líderes se describe como «rota», con acusaciones cruzadas que evidencian las profundas diferencias de cara a la conformación de las candidaturas.

En el acto del sábado en Los Hornos, Kicillof dedicó un breve segmento de su discurso a la interna, un gesto similar al de Cristina Kirchner el domingo anterior en Saldías. Esta aparente contención pública busca ceder espacio a las negociaciones reservadas que, según dirigentes de ambos sectores, intensificarán durante junio. Sin embargo, la retórica de guerra fría se mantiene entre sus principales espadas.

El fuego amigo y los mensajes cifrados

Kicillof, al presentar el «Movimiento Derecho al Futuro», lanzó un mensaje con clara alusión: «Como decía el General, el movimiento jamás fue excluyente, jamás fue sectario». La referencia al sectarismo fue interpretada por algunos como un dardo hacia La Cámpora, aunque desde el entorno del gobernador ampliaron el destinatario a «todos los que apelan a vetos y señalamientos». Además, buscó desmarcarse de la disputa por cargos: «La discusión no es un lugar en la listas, es un lugar en la historia», sentenció.

Desde el Instituto Patria, si bien valoraron que Kicillof no haya ahondado públicamente en la pelea, apuntaron directamente contra Carlos Bianco, ministro de Gobierno y uno de los funcionarios más cercanos al mandatario. «Si estamos intentando la unidad, no puede decir esas cosas», reprochó un referente cristinista con llegada a la titular del PJ, en referencia a las declaraciones de Bianco exigiendo a los legisladores que responden a Máximo Kirchner «votar a mano alzada y sin chistar» los proyectos del oficialismo. Teresa García, referente del cristinismo, ya había calificado la postura de Bianco como «un poco autoritario y de poco respeto».

La molestia con Bianco es significativa porque, a diferencia de otras voces críticas como los intendentes Jorge Ferraresi o Mario Secco, se lo considera la mano derecha de Kicillof, lo que le da a sus palabras un peso institucional mayor.

Disputas legislativas y el fantasma de la derrota

La tensión no se limita a las declaraciones. En la última reunión del Consejo nacional del PJ, convocada por Cristina Kirchner, se volvió a pasar factura al gobernador por el adelantamiento de la elección provincial para septiembre. Un ministro bonaerense tildó la reunión de «payasada».

Esta semana, una nueva diferencia quedará expuesta en la Legislatura provincial. El Senado avanza con un proyecto para eliminar el límite a las reelecciones de legisladores, concejales y consejeros escolares. Kicillof pretendía incluir a los intendentes, pero Cristina Kirchner instruyó a sus espadas legislativas para que la sanción para los jefes comunales quede para después de las elecciones de octubre o noviembre. La excusa formal es la falta de votos, pero en el campamento del gobernador lo interpretan como un «vuelto» a los intendentes por haberlo apoyado en la disputa con la vicepresidenta.

Con el telón de fondo de este clima enrarecido, Kicillof abrió el paraguas electoral al recordar que «hace 20 años que el peronismo no gana las elecciones intermedias en la provincia de Buenos Aires», advertencia compartida también por Cristina Kirchner. La titular del PJ volverá a tomar la palabra públicamente este lunes por la noche, en una entrevista televisiva, lo que seguramente sumará un nuevo capítulo a esta compleja interna.

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