Trump habló en el Congreso. Y bueno, como era de esperarse, armó quilombo.
El demócrata Al Green lo abucheó, cual hincha de Boca en el Monumental. El presidente de la Cámara, Mike Johnson, le pidió que se calme, pero Green, ni bola.
Johnson, con la paciencia de un árbitro en un clásico, activó el protocolo «sacalo a patadas»: llamó al Sargento de Armas, William McFarland (posta, se llama así), para que lo escoltara fuera del recinto.
En Argentina, esto sería un trámite burocrático: llamar a votación, comisiones, papeleo… y para cuando terminen, ya estaríamos en el Mundial 2026.
Trump provoca expulsión de diputado demócrata en el Congreso
El representante demócrata Al Green fue expulsado de la Cámara de Representantes de Estados Unidos por interrumpir con abucheos el discurso de Donald Trump. El incidente ocurrió durante el primer discurso de Trump ante el Congreso tras su regreso a la Casa Blanca. El presidente de la Cámara, el republicano Mike Johnson, le pidió repetidamente a Green que guardara silencio y volviera a su asiento, pero el demócrata continuó con sus protestas.
El Sargento de Armas: custodio del orden y la tradición
Ante la negativa de Green a acatar sus indicaciones, Johnson invocó el reglamento de la Cámara y ordenó al Sargento de Armas, William McFarland, que lo expulsara del recinto. El Sargento de Armas es una figura con una larga tradición en los parlamentos de estilo británico, responsable de la seguridad y el orden dentro del Congreso. Entre sus funciones, se encuentra la de presentar a los presidentes que se dirigen al Congreso y custodiar el mazo ceremonial que simboliza la autoridad del presidente de la Cámara.
Diferencias con el protocolo argentino
La expulsión de Green contrasta con el procedimiento en Argentina, donde las sanciones disciplinarias a los legisladores requieren una votación. Además, el incidente con Green ocurrió en la Cámara de Representantes, donde el presidente del cuerpo tiene la autoridad para expulsar a un miembro. En el caso del reciente cruce entre Facundo Manes y Javier Milei en Argentina, la discusión tuvo lugar en la Asamblea Legislativa, presidida por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien no tiene la facultad de expulsar a un diputado sin una votación previa. El reglamento de la Cámara de Diputados argentina establece que su presidente debe «llamar a los diputados a la cuestión y al orden», pero las sanciones requieren un proceso más complejo.