La jueza federal María Eugenia Capuchetti ha solicitado formalmente la cooperación del gobierno de los Estados Unidos en un nuevo intento por acceder al contenido del teléfono celular de Fernando Sabag Montiel, la persona sindicada como autor del intento de magnicidio contra la expresidenta Cristina Kirchner. La medida se produce luego de dos intentos frustrados para desbloquear el dispositivo por parte de la Policía Federal y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
En un exhorto enviado al Homeland Security (Ministerio de Seguridad) estadounidense, la magistrada pidió «facilitar tecnología de punta para poder conocer las últimas llamadas de Sabag» antes del suceso ocurrido el 1 de septiembre de 2022. El contenido del celular permanece, hasta el momento, como un enigma clave en la investigación.
En los días inmediatamente posteriores al ataque, los técnicos de ambas fuerzas de seguridad protagonizaron acciones que derivaron en el bloqueo y posterior daño del dispositivo Samsung, impidiendo la extracción de su información. Una solicitud similar ha sido extendida para el celular del diputado del PRO Gerardo Milman, quien fue inicialmente mencionado en el marco de la causa.
Hace tres semanas, la jueza Capuchetti retomó la investigación que había delegado en el fiscal Carlos Rívolo. En esta nueva etapa, ha encomendado «una serie de medidas de prueba a la Gendarmería Nacional para investigar la Federal y la PSA» a raíz de supuestas irregularidades en los procedimientos realizados tras las detenciones de Sabag y, posteriormente, de su exnovia, Brenda Uliarte.
### Acusación de falso testimonio
Paralelamente a la investigación principal, en una causa independiente, el fiscal Eduardo Taiano solicitó al juez Sebastián Casanello la declaración indagatoria del asesor del bloque de diputados de Unión por la Patria, Jorge Abello. La petición se fundamenta en un presunto falso testimonio en perjuicio de Gerardo Milman.
Según la acusación, Abello involucró a Milman en la causa al afirmar haber escuchado en un bar que este último le dijo a sus secretarias que, ante un eventual crimen, él estaría «camino a la Costa».
En un dictamen, Taiano remarcó que un peritaje realizado sobre el celular de Abello, cuya declaración fue ampliamente difundida incluso por la propia Cristina Kirchner, «no se encontró un mensaje que había dicho mando al ex diputado K Marcos Cleri advirtiéndole de la supuesta frase de Milman».
Las declaraciones testimoniales de Ivana Bohdziewicz y Carolina Elizabeth Gómez Mónaco, secretarias de Milman, también contradicen la versión de Abello. Ambas confirmaron haber estado con el diputado en el local Casablanca por motivos laborales, pero negaron rotundamente haber escuchado algún comentario similar al referido en la causa.
«No, por dios, que jamás escuché esa frase tampoco algo parecido…», declaró Mónaco. En tanto, Bohdziewics respondió: «no, nunca escuché que diga eso…».
Otro testigo, Sebastián Enrique Rende, que acompañaba a Abello en el mismo lugar, manifestó haber almorzado con él, pero al ser consultado sobre algún comentario relacionado con la causa, respondió que no, explicando que «en la televisión estaban pasando un partido de tenis y él estaba mirando eso».
Taiano recordó en su dictamen que el delito de falsedad testimonial exige «una divergencia entre lo que el agente transmite y lo que conoce como verdadero» y que las expresiones «sean capaces de inducir a error al magistrado».
### Causa archivada y anomalías bajo la lupa
Por otra parte, la Cámara Federal ha resuelto archivar otra causa paralela que buscaba determinar si hubo manipulación en el celular de Sabag Montiel. Este dispositivo, en la madrugada del 2 de septiembre de 2022, había sido entregado al juzgado de Capuchetti sin un acta de secuestro, lo que generó dudas sobre la cadena de custodia.
Mientras tanto, la jueza Capuchetti continúa la investigación sobre «una serie de irregularidades de la Policía Federal y la PSA que dependían del entonces ministro de Seguridad Aníbal Fernández».
Fuentes judiciales señalan como ejemplos de estas anomalías que la detención de Sabag fue llevada a cabo por «militantes de La Cámpora que constituyen un segundo anillo de seguridad» en los actos de la ex vicepresidenta. El día del ataque, el jefe de la custodia de la ex vice, comisario Diego Carbone, se encontraba de franco. Asimismo, Nicolás Carrizo, señalado como jefe de «Los Copitos», fue arrestado después de presentarse «en forma espontánea en la ventanilla del juzgado de Capuchetti, pasando los controles de seguridad de Comodoro Py». A esto se suma que la defensa de la presidenta del PJ ha intentado, en reiteradas ocasiones, apartar a la jueza Capuchetti de la causa.