“Hoy me llamó tempranísimo, 8 y cuarto”, reveló este domingo Máximo Kirchner, ofreciendo un vistazo insospechado a la rutina matinal de su madre, la expresidenta Cristina Kirchner, quien cumple arresto domiciliario tras ser condenada por corrupción en la Causa Vialidad. En una distendida charla con Tomás Rebord por el canal de streaming de Blender, el diputado nacional compartió detalles que rozan lo inverosímil, incluso para la más ferviente interna kirchnerista.
Con la frescura de quien narra una anécdota familiar, Máximo, enfundado en una campera de Argentino de Quilmes, describió cómo su progenitora, sin preámbulos y apenas despertando, le anticipó el despertar de la jornada con una disertación sobre el “conflicto de Medio Oriente” y el “tema del precio del petróleo”. “Sé que es raro a primera hora de la mañana”, matizó Máximo entre risas cómplices, con la resignación de quien está acostumbrado a las peculiaridades parentales.
la rutina de la expresidenta
La metódica conducta de la exmandataria no se limita a las noticias internacionales. Según Máximo, su madre, “siempre está muy atenta” a la actualidad y es una entusiasta enviadora de material periodístico. “Y te manda artículos también, ahora tiene más tiempo también, y después te pregunta por lo que te pasó”, añadió Kirchner, con el tono de quien recibe tarea hogareña, reiterando que su jornada dominical arrancó con este peculiar ritual.
La agenda de Cristina Kirchner parece no dar respiro. “Un ratito más tarde volvió a llamar a eso de las 10 y media y me contó que había hecho gimnasia”, amplió el fundador de La Cámpora, casi con un suspiro de alivio. “Ya empezó con su rutina”, expresó el diputado, aludiendo a la incipiente normalización de las actividades de su madre en su semipiso de Constitución, donde cumple el quinto día de detención desde que la Corte Suprema de Justicia confirmó su condena.
Máximo no escatimó en halagos, describiendo a su madre como “muy metódica, lee mucho, está informada y es muy firme” en su actitud diaria. Sin embargo, no quiso caer en la exageración. Esto, aclaró Máximo, “no quiere decir que este tipo de situaciones no le impacten”. “Estaríamos hablando de un personaje de Marvel pero no lo es, sabe transitar la adversidad”, afirmó, buscando anclar la imagen de Cristina en la realidad, lejos de la épica que suele rodearla, inclusive en su condición de condenada.
un momento de adversidad
Pese a la fortaleza proyectada, el diputado admitió que se trata de “un momento complejo” para su madre, reiterando las críticas al proceso judicial que, según él, constituye una “injusta condena y detención de Cristina”, en alusión a la causa por corrupción en obras de Vialidad Nacional que se inició en 2008.
Por la tarde, la protagonista de esta crónica doméstica volvió a realizar su ya célebre aparición balcónica. A diferencia de ocasiones anteriores, su saludo a los seguidores fue breve, apenas tres minutos. Vestida con jeans, un suéter celeste con cuatro botones y un rodete, apareció en el ventanal, gesticuló con los brazos, arrojó besos y, tan rápido como llegó, regresó a su living. Las ventanas, testigos silenciosas de la escena, se cerraron y la luz se apagó, dejando a los presentes y al público virtual con la habitual intriga que rodea cada uno de sus movimientos.
