Gobierno afila la motosierra… pero para los árboles del presupuesto. Las empresas públicas recibieron una lluvia de billetes: $3,6 billones. ¿Privatización a la vista? Mmm… parece que primero hay que tapar algunos agujeros financieros. Enarsa, Correo Argentino, trenes y Aysa, los campeones del «dame más». ¿Será que el déficit es un tren sin frenos?
El jefe de Gabinete presentó el informe… y los números cantaron. Ingresos propios: 67,8%. Gastos operativos: $3,1 millones. ¿Y la diferencia? Adivinen… $2,7 billones a las empresas «necesitadas». ¿Se viene el ajuste o solo es un maquillaje contable para la foto?
Millonarias transferencias a empresas públicas pese al plan de ajuste
En un contexto de ajuste fiscal y con la privatización de empresas públicas en el horizonte, el Gobierno argentino destinó más de $3,6 billones en transferencias del Tesoro a estas compañías durante el 2024. Esta cifra, que representa el 27,9% de los ingresos del sector público, fue utilizada principalmente para cubrir gastos operativos, según el informe de gestión presentado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ante la Cámara de Diputados.
Las empresas más demandantes
Si bien las empresas públicas generaron el 67,8% de sus ingresos propios, cuatro de ellas concentraron la mayor parte de las transferencias: Enarsa, Correo Argentino, la operadora ferroviaria estatal y Aysa. Juntas, estas compañías recibieron casi $2,7 billones de los $3,1 millones destinados a gastos operativos. Este dato revela la fuerte dependencia de estas empresas del financiamiento estatal, incluso en un escenario donde se busca reducir el gasto público.
¿Ajuste o simple maquillaje contable?
La paradoja entre el discurso de austeridad y las millonarias transferencias a empresas públicas genera interrogantes. ¿Se trata de una necesidad genuina para mantener la operatividad de servicios esenciales o de un intento por maquillar las cuentas públicas antes de avanzar con un plan de privatizaciones? La falta de claridad en la política del Gobierno en este sentido deja abierta la puerta a especulaciones y críticas por parte de la oposición y diversos sectores de la sociedad.