Milei decidió que la Corte Suprema no necesita concurso, solo decretos. Designó a Lijo y García-Mansilla, figuras que no inspiran precisamente confianza en la oposición. Carrió, por su parte, entró en modo «diosa de la justicia» y denunció un «horror institucional». ¿Será que Milei busca una Corte a su medida o simplemente le gusta vivir al límite? La polémica está servida.
¿Y la independencia judicial? Los opositores pusieron el grito en el cielo, denunciando un atropello a la República y una amenaza al futuro institucional. Parece que a Milei le gusta jugar con fuego. ¿Habrá calculado las consecuencias o solo improvisa como buen rockstar económico?
Mientras tanto, los memes en redes sociales no se hicieron esperar. ¿Milei como emperador galáctico con la Corte como su guardia pretoriana? El humor argentino siempre encuentra la forma de reírse hasta de la crisis institucional.
Lluvia de críticas a Milei tras la designación de jueces de la Corte por decreto
La decisión de Javier Milei de designar por decreto a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema de Justicia desató una fuerte controversia política y una catarata de críticas desde diversos sectores de la oposición. Elisa Carrió, fundadora de la Coalición Cívica, fue una de las primeras en reaccionar, calificando la medida como «un verdadero horror institucional y republicano». Carrió cuestionó particularmente la designación de Lijo, a quien calificó como «un escándalo de corrupción de magnitud nacional e internacional», recordando sus actuaciones en causas de corrupción.
Otros referentes de la Coalición Cívica se sumaron al repudio. Maximiliano Ferraro, diputado nacional, señaló que Lijo «carece de toda idoneidad y acumula sospechas en su trayectoria». Juan Manuel López, también diputado, fue más allá y acusó a Milei de buscar «garantizar su impunidad y la de su hermana con Lijo en la Corte». Hernán Reyes, legislador porteño, consideró que Milei «decidió convertir la Corte Suprema en una cloaca» y advirtió sobre «una amenaza directa al futuro institucional del país».
«Una estafa electoral», la reacción de un exaliado
Las críticas no se limitaron a la Coalición Cívica. El senador libertario Francisco Paoltroni, expulsado del espacio de Milei, calificó el nombramiento de Lijo como «una verdadera estafa electoral para quienes creímos en una Argentina distinta, con una justicia de calidad e independiente». Margarita Stolbizer, diputada de Encuentro Federal, consideró que «hacerlo con Lijo demuestra que la degradación de esta gente es total». Desde la Unión por la Patria, Leandro Santoro comparó a Milei con Mauricio Macri, afirmando que «a la hora de nombrar jueces por decreto, son iguales». Martín Lousteau, presidente de la UCR, acusó a Milei de mostrar «desprecio por la Constitución y devoción por la mentira».
El kirchnerismo denuncia un «golpe a la República»
El sector más duro del kirchnerismo también se pronunció en contra de la decisión presidencial. Martín Soria, exministro de Justicia y actual diputado, calificó el decreto como «una intervención inconstitucional e ilegítima en el máximo órgano del Poder Judicial». Victoria Tolosa Paz, diputada nacional, denunció «otro golpe a la República» y un «ataque directo a los pilares de nuestra democracia». Alejandro «Topo» Rodríguez, exdiputado peronista, fue contundente al afirmar que «el Presidente se consagró como autócrata pleno». La controversia generada por las designaciones promete extenderse en el tiempo y generar nuevos debates sobre la independencia del Poder Judicial y el respeto a las instituciones.