Exministros advierten: peligra el INTA y el agro argentino

Redacción Cuyo News
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Siete ex ministros y ex secretarios de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación han levantado la voz, y no precisamente para hablar del clima, sino para criticar el plan de reestructuración del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) propuesto por el gobierno. Lo calificaron sin rodeos como «un verdadero despropósito contra la nave insignia del desarrollo agropecuario nacional».

Este grupo de ex funcionarios, entre ellos Felipe Solá, Javier de Urquiza, Carlos Cheppi, Julián Domínguez, Norberto Yauhar, Luis Basterra y Juan José Bahillo, con trayectorias en gobiernos peronistas bajo las presidencias de Menem, los Kirchner y Fernández, emitieron un comunicado titulado lapidariamente «La mejor defensa del INTA es su historia». En él, enfatizaron que «sin un INTA que desarrolle el trabajo experimental no hay investigación, sin investigación al servicio de los productores no hay futuro con crecimiento posible para el agro argentino«.

Argumentaron que, tras haber ejercido responsabilidades en el sector, su «experiencia y compromiso» los obligan a «remarcar la trascendencia de los objetivos que movilizan al organismo en función del interés de los productores argentinos, del desarrollo agroindustrial y del crecimiento de nuestro país».

Señalaron que «por décadas el INTA ha trabajado para que la investigación y la experimentación contribuyan al impulso de la producción, la inversión, la exportación, el agregado de valor, el desarrollo regional, el arraigo territorial y la creación de empleo».

### Un organismo clave en jaque

Según evaluaron los ex funcionarios, «las políticas públicas del Instituto transfieren conocimiento y han colaborado, fehacientemente, en la consolidación de la agroindustria en el principal sector económico de la Argentina. El INTA es uno de los grandes responsables de la transformación del campo argentino que revolucionó la agricultura en el mundo».

Paralelamente, el director nacional del INTA, Ariel Pereda, quien accedió a su cargo por concurso público, salió al cruce del ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger. En una entrevista con Radio con Vos, Pereda fue contundente: «Para ser franco, sincero y directo, lo que ha comentado son mentiras». Se refirió a las afirmaciones de Sturzenegger sobre «6000 empleados y 3000 vehículos» en el INTA, en un contexto donde el Gobierno aplicaría su modelo de «motosierra» que implicaría rediseños y recortes en muchos organismos.

Pereda desmintió las cifras, señalando que «el INTA hace un año y medio viene reduciendo su personal, hoy tenemos mil personas menos y respecto de los vehículos es una herramienta de trabajo».

### Alarmas sobre el plan oficial

El director nacional del INTA calificó el plan de Sturzenegger como «cientificidio» y manifestó: «Uno trata de llevar ideas para que este ajuste no incida fuertemente».

En esa misma línea, los ex funcionarios ligados al INTA cuestionaron con preocupación que «la propuesta de alterar el sistema de gobernanza del INTA es un mecanismo del gobierno libertario para desplazar a las universidades nacionales y a los grupos CREA de la toma de decisión, desguazar a la institución, poner en venta sus campos experimentales y provocar el retiro anticipado y el despido de sus recursos humanos altamente calificados«.

Concluyeron tajantemente que este «intento de vaciamiento» representa «un retroceso en el aporte en materia de conocimiento, ciencia y tecnología que el INTA necesita para seguir siendo un referente».

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