¿Llorando por la muerte del Papa? Ok, pero ¿vieron el saludo entre Kicillof y Villarruel? La grieta se cerró por un ratito, como si el Papa hubiera dicho: «Che, dense un abrazo, muchachos».
García Cuerva tiró frases para el bronce: «el padre de todos», «lágrimas que rieguen la Patria». Alta poesía, Monseñor. El demonio de la fragmentación… ¿será Milei con peluca?
Francisco, el campeón de los pobres, odiaba al «demonio del siempre se hizo así». Parece que algunos políticos no recibieron el memo… Y el cierre, épico: «Andá al cielo y hacé mucho lío». Que Dios lo tenga en la santa gloria (y en el quilombo).
## Lágrimas, abrazos y demonios: el adiós argentino al Papa Francisco
En una emotiva misa celebrada en la Catedral Metropolitana, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, encabezó el homenaje al fallecido papa Francisco. Con palabras cargadas de sentimiento, García Cuerva lo recordó como «el padre de todos» y resaltó su incansable labor junto a los más necesitados. La ceremonia reunió a dirigentes de todo el espectro político, protagonizando un inusual escenario de unidad.
### Un saludo que trascendió la grieta
La vicepresidenta Victoria Villarruel, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, fueron algunas de las figuras presentes en la Catedral. En un gesto que sorprendió a muchos, Kicillof y Villarruel se saludaron cordialmente, dejando de lado, al menos por un momento, las diferencias políticas que los separan. Este saludo se convirtió en una imagen simbólica de la unión que el Papa inspiró, incluso en un contexto de polarización.
### El legado de Francisco: entre la fragilidad y el demonio
García Cuerva destacó la preocupación del Papa por “los últimos, por los marginados, por los enfermos, por los descartables de esta sociedad”. Recordó, además, sus palabras: ««Hoy y siempre, los pobres son los destinatarios privilegiados del Evangelio»». El arzobispo también hizo referencia a las advertencias de Francisco sobre «el demonio de la fragmentación y el desencuentro» y «el demonio del ‘siempre se hizo así'», que promueve la resignación ante el mal.
El Arzobispo finalizó con un sentido mensaje: «Gracias querido Francisco […] Marchá en paz hacia Dios. Hasta que nos volvamos a ver Santo Padre». Y parafraseando una frase escrita en los cuadernos de condolencias, agregó con una sonrisa: «Andá al cielo y hacé mucho lío desde allá».