### Senares, jubilaciones y la rebelión de los gobernadores: ¿Una jugada maestra o el prólogo de un nuevo veto?
En una jornada que osciló entre la audacia legislativa y la vehemencia discursiva, el Senado de la Nación Argentina se erigió en protagonista de un capítulo crucial en la puja de poderes. Lejos de la mansa espera, los legisladores, muchos de ellos representantes directos de las provincias, impulsaron y sancionaron normativas que impactan de lleno en las arcas jubilatorias y provinciales. La aprobación de la ley que incrementa los haberes jubilatorios y la extensión de la moratoria previsional, sumadas a la media sanción para proyectos que reasignan fondos a las provincias, configuraron un panorama de abierto desafío al Poder Ejecutivo. El dato no menor es la contundencia de las votaciones: unanimidad o mayorías calificadas de dos tercios que, en la práctica, blindan estas iniciativas frente a un eventual veto presidencial.
Sin embargo, la respuesta del Presidente Javier Milei no se hizo esperar. Incluso antes de que los proyectos que otorgan más fondos a las provincias tuvieran media sanción, el mandatario ratificó su intención de vetarlos, calificando la acción de la oposición como «un acto de desesperación» y augurando que La Libertad Avanza «arrasa» en las próximas elecciones de octubre. Esta declaración, emitida desde el púlpito de la Bolsa de Comercio mientras se desarrollaba la sesión en el Congreso, evidencia una profunda desconexión estratégica con el accionar parlamentario. Paradójicamente, la validación de una sesión que el propio oficialismo intentó desmerecer por su supuesta falta de convocatoria formal, asoma como la primera grieta argumental en la postura presidencial. Si el Presidente veta, ¿no estará confirmando la legitimidad del proceso que previamente denostó?
### La «prudencia» que no fue: gobernadores juegan sus cartas
Lo que quedó en evidencia fue una suerte de esgrima política por parte de los gobernadores. En la previa a la sesión, tras las acusaciones presidenciales de querer «romper todo» y la negación de la pertinencia de sus reclamos, los mandatarios provinciales optaron por la cautela comunicacional. Una reunión virtual entre los gobernadores del PRO y la UCR, cual cónclave de superhéroes por teleconferencia, dejó trascender que muchos «dialoguistas» no apoyarían los proyectos que generaban fricción con la administración central, especialmente los previsionales y los vinculados a la emergencia en discapacidad.
La teoría es una cosa, la práctica legislativa, otra. Al final del día, a pesar de las promesas de desmarcarse de las iniciativas de fuerte costo fiscal, como las jubilatorias, la realidad mostró que «ninguno de sus representantes votó en contra, e incluso hubo votos a favor de las leyes previsionales». Los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut), Alfredo Cornejo (Mendoza), Maximiliano Pullaro (Santa Fe), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis), Carlos Sadir (Jujuy), Leandro Zdero (Chaco) y el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, participaron de la estrategia. La decisión fue priorizar proyectos con consenso para hacer coparticipable el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), modificar el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y eliminar fondos fiduciarios, buscando así nuevas vías de financiamiento sin chocar de frente con las metas fiscales de la Nación.
### Radiografía del voto: alianzas, ausencias y abstenciones
La votación del aumento de haberes y el bono jubilatorio arrojó un resultado contundente: 52 votos favorables en general, incluyendo los tres senadores correntinos –los radicales Eduardo Vischi y Mercedes Valenzuela, y Carlos «Camau» Espínola–, todos aliados del oficialismo nacional, demostrando la complejidad intrínseca de las alianzas políticas. La moratoria, si bien no contó con el apoyo unánime de los radicales, sí obtuvo el respaldo del senador de Unidad Federal.
Las ausencias también fueron parte de la estrategia: legisladores que responden a Cornejo, Frigerio y Zdero decidieron no estar presentes al momento de votar. En contraste, las senadoras que acompañan a Nacho Torres, Edith Terenzi y Andrea Cristina, se abstuvieron en el aumento de las jubilaciones y se ausentaron en el debate de la moratoria. Otros apoyos notables provinieron de la rionegrina Mónica Silva, ligada a Alberto Weretilneck; los santacruceños José María Carambia y Natalia Gadano, que si bien no están alineados con el gobernador Claudio Vidal, operan en favor de la provincia; y la cordobesa Alejandra Vigo, cercana a Martín Llaryora. Los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas de Decout, bajo la influencia de Carlos Rovira, optaron por la abstención en la suba de jubilaciones y la ausencia en la moratoria, que finalmente fue aprobada con 39 votos a favor, 14 negativos y una abstención. Cabe destacar que gobernadores como Pullaro, Orrego, Poggi, Sadir y Jorge Macri no poseen senadores propios, complejizando aún más su capacidad de influencia directa.
Finalmente, el apoyo explícito a las propuestas provino de las provincias gobernadas por Gustavo Sáenz (Salta), Gildo Insfrán (Formosa), Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca), Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Ricardo Quintela (La Rioja), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Sergio Ziliotto (La Pampa), sumándose a la voz de Axel Kicillof (Buenos Aires).
La lectura es clara: más allá de las precauciones manifestadas, los gobernadores buscaron enviar un mensaje de unidad y fortaleza al Poder Ejecutivo. Ahora, la pelota está en el campo de Diputados, donde los proyectos que buscan fondear a las provincias deberán librar una nueva batalla, probablemente a partir de agosto, dadas las vacaciones invernales en varios distritos. La tensión entre Nación y provincias se mantiene alta, exacerbada por la falta de un canal de negociación claro y las señales cruzadas que, hasta ahora, parecen ser la única política de comunicación del Gobierno.