El dólar a $1.000: ¿Un «incentivo» para liquidar o una puñalada trapera a la rentabilidad del campo? El Gobierno, cual dealer ansioso, busca dólares desesperadamente. ¿Será que la tablita cambiaria era más sostenible que un asado en la terraza en diciembre?
Mientras tanto, las cerealeras, con cara de pocos amigos, rumian la situación. ¿Se viene el Apocalipsis agropecuario o solo es una tormenta de verano en el bolsillo del productor? Caputo, el mago de las finanzas, promete carry trade y tasas mágicas. ¿Creer o reventar?
Milei, como bombero pirómano, agita el mercado con la amenaza de las retenciones. ¿Estrategia maestra o improvisación a lo Perón? El dólar blue tiembla, la inflación acecha y el FMI observa desde el palco VIP. ¿Habrá final feliz o nos espera un default con sabor a mate cocido?
El dólar a $1.000 y la presión sobre las cerealeras
En un encuentro ultra-secreto en el Ministerio de Economía, funcionarios del gobierno, liderados por Juan Pazo y Vladimir Werning, se reunieron con representantes de las principales cerealeras y exportadores del país. El objetivo: presionar para la liquidación de dólares en un contexto de escasez de divisas. Pazo anticipó un dólar a $1.000 e instó a las empresas a liquidar «ahora», generando malestar entre los empresarios, quienes argumentaron que este valor representa una caída del 10% en comparación con el dólar de exportación del viernes anterior. La preocupación radica en la pérdida de competitividad del sector agropecuario.
La estrategia de Caputo: carry trade y tasas de interés
Pazo, con su experiencia en el mundo de los negocios, insistió en la conveniencia de liquidar dólares rápidamente para aprovechar la tasa de interés y el carry trade. Esta estrategia, ya planteada en febrero, busca incentivar la liquidación de divisas para generar prefinanciación de exportaciones. Sin embargo, las declaraciones de Javier Milei sobre la posible vuelta de las retenciones en junio generaron incertidumbre en el sector. Esta situación, sumada al dólar a $1.000, afecta la rentabilidad del campo y genera tensiones con el Gobierno.
El cepo, el FMI y la interna política
La liberación del cepo cambiario, con el apoyo del FMI, trajo consigo la eliminación de la tablita y la fijación de bandas cambiarias. A cambio, el Banco Central debe aumentar las reservas en US$ 9.000 millones. Este objetivo explica la presión sobre las cerealeras y la obsesión del ministro Caputo con la obtención de dólares. Mientras tanto, la interna política se agita con enfrentamientos por espacios de poder, rumores y acusaciones cruzadas entre funcionarios y figuras del PRO. Caputo busca controlar la inflación, que se proyecta superior al 4%, y se enfrenta a las empresas formadoras de precios que pretenden remarcar según el dólar tope de la banda ($1.400), desatando la furia del Presidente. En este escenario turbulento, la apertura de las importaciones se presenta como una medida arriesgada en un contexto de incertidumbre internacional y escasez de dólares libres en el Banco Central.