Argentina e Italia sellan acuerdo clave para la licuefacción de gas de Vaca Muerta
Durante un encuentro bilateral en Roma entre los presidentes Javier Milei y Giorgia Meloni, se alcanzó un entendimiento fundamental entre YPF y la empresa petrolera italiana ENI, ambas sociedades de capital mixto con cotización en bolsa. Este acuerdo tiene por objetivo central impulsar el proyecto para la exportación de gas de Vaca Muerta mediante «barcos metaleros», utilizando tecnología de licuefacción provista por la firma europea.
El convenio, definido como un «acuerdo de término de servicios», fue rubricado por Horacio Marín, presidente y CEO de YPF, y Claudio Descalzi, su par de ENI. Este entendimiento sienta las bases para la inversión necesaria, la extracción del recurso y su posterior transformación en Gas Natural Licuado (GNL), con la perspectiva de ser exportado a través de un futuro puerto de aguas profundas en la provincia de Río Negro.
Hacia la decisión final de inversión
Horacio Marín destacó la rapidez con la que se está avanzando en las negociaciones con ENI y expresó la confianza en que «antes de fin de año podremos alcanzar la decisión final de inversión y hacer realidad esta fase del proyecto, que es clave para el futuro energético de nuestro país».
El acuerdo detalla los pasos necesarios para llegar a esa decisión final de inversión, que abarca la producción del gas, su tratamiento, el transporte y el proceso de licuefacción. Este último se realizará mediante «unidades flotantes» con una capacidad combinada de 12 millones de toneladas de GNL anuales.
ENI, una empresa global con casa matriz en Italia y operaciones en más de 60 países, posee experiencia en la operación de este tipo de embarcaciones.
Un proyecto estratégico para la economía argentina
Para Argentina, este proyecto representa una de las iniciativas más significativas en el sector energético. La expectativa es que permita al país generar exportaciones de energía por un monto estimado de 30.000 millones de dólares anuales a partir de principios de la próxima década (desde 2031), combinando la venta de petróleo crudo y la exportación de gas natural licuado.
«Se busca convertir al país en un exportador energético confiable a nivel global», señala un comunicado oficial de YPF. La coyuntura geopolítica actual, marcada por la guerra en Europa y la consecuente escasez de gas en el continente, ha revalorizado este recurso estratégico. Desde la sede corporativa de YPF en Puerto Madero, se estima que, una vez en pleno funcionamiento, las operaciones podrían generar ingresos por alrededor de 5 mil millones de dólares anuales.
El entendimiento alcanzado este viernes «resulta vinculante», según informaron fuentes de la delegación argentina, lo que implica que se avanza en un camino sin retorno. Se proyecta que esta fase se complete a fines de 2025. Expertos del sector advierten que la mitad de los proyectos de esta envergadura a nivel mundial no llegan a concretarse antes de esta instancia. No obstante, la formalización de la etapa de inversión final podría materializarse en diciembre próximo mediante otra acta entre ambas empresas.
Las tres instancias clave de este proyecto para posicionar a la Argentina como un exportador de gas licuado de relevancia mundial se desarrollarán en el Golfo San Matías, frente a las costas de la provincia de Río Negro. Hacia allí convergerán gasoductos dedicados provenientes de las principales áreas productoras de gas en Vaca Muerta, Neuquén.
En las instalaciones que se emplazarán en la provincia de Río Negro se construirán las infraestructuras portuarias y marítimas necesarias para la operación de hasta seis barcos de licuefacción. Estas embarcaciones son esenciales para el proceso de enfriamiento del gas, que pasa de su estado natural a 15 grados Celsius hasta los 161 grados bajo cero. Esta reducción extrema de temperatura permite comprimir su volumen 600 veces, transformándolo en líquido para facilitar su almacenamiento y transporte eficiente a nivel global mediante buques especializados.