Kicillof contrapone la solidaridad de Bahía Blanca con el discurso de Milei
Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, aprovechó la inauguración del ciclo lectivo secundario en Castelli para marcar un claro contraste con la gestión de Javier Milei. Tomando como punto de partida la respuesta social ante el temporal que azotó a Bahía Blanca, Kicillof resaltó la solidaridad de la sociedad argentina como un «motor real» que se opone a la visión del país que, según él, intenta imponer el gobierno nacional.
«Yo quiero decir que lo que pasó en Bahía Blanca llena de emoción, porque estuvo el Estado, estuvieron todos los ministerios, todos los intendentes. Estuvieron los laburantes. Pero además el pueblo, la sociedad, la provincia. La Argentina entera», expresó Kicillof, destacando la participación de diversos sectores en la asistencia a los damnificados.
Para el gobernador, esta movilización solidaria «demuestra una diferencia de concepción y una diferencia en el tipo de sociedad que queremos construir», estableciendo una confrontación implícita con las políticas del gobierno nacional. La masiva respuesta a la catástrofe, con donaciones y gestos altruistas, incluso de personas con escasos recursos, se convirtió en «una enorme, universal, masiva, mayoritaria refutación acerca del país que nos quieren vender», según sus palabras.
«El valor más importante es la solidaridad, no el sálvese quien pueda»
Kicillof contrapuso la solidaridad observada en Bahía Blanca con valores que, a su entender, representa la actual administración nacional: «el odio, el insulto, la degradación, el sálvese quien pueda, el individualismo, y el egoísmo». Enfatizó que el verdadero país, «el país real», se basa en «la solidaridad y el amor».
Aprovechando el contexto de la inauguración de una escuela secundaria, cuya construcción -según el gobernador- estuvo en riesgo por la posible paralización de la obra pública, Kicillof lanzó una indirecta al conocido eslogan de Milei: «si uno gobernara con el latiguillo de ‘no hay plata’ para el gobernante es mucho más fácil».
Invertir en educación: una decisión política
Para Kicillof, la finalización de la escuela representa una «decisión política» que implica «esfuerzo, inversión, presupuesto». En ese sentido, criticó al gobierno nacional por no priorizar la inversión en educación, considerándolo «uno de los daños más grandes que puede hacer un gobierno». Reafirmó su compromiso con la educación en la provincia, asegurando que «en la provincia de Buenos Aires no paramos las obras». «Invertir en educación es, no tengo dudas, de las mejores inversiones que puede hacer un gobierno,» concluyó.
