¿Una cooperativa fantasma recibiendo alimentos de la gobernación? En Mardel, el intendente Montenegro destapó la olla (literalmente, llena de fideos y polenta) y apuntó contra Kicillof. Parece que alguien confundió «solidaridad» con «delivery a domicilio» a una dirección que no existe.
Montenegro, cual Sherlock Holmes marplatense, pidió a la justicia que la mercadería vaya a gente que la necesita de verdad y no a alimentar fantasmas (o al menos, no a los de cooperativas truchas).
Bromatología municipal deberá chequear si la comida está en buen estado, no sea cosa que encima de trucha, la polenta venga con yapa (de bichitos). Un misterio digno de «Los Archivos X» pero con sabor a dulce de membrillo y vencimiento dudoso.
Alimentos para una cooperativa fantasma en Mar del Plata: Montenegro denuncia a Kicillof
La tensión entre la Provincia de Buenos Aires y el municipio de Mar del Plata sumó un nuevo capítulo. El intendente Guillermo Montenegro denunció que el gobernador Axel Kicillof entregó alimentos a una cooperativa que, tras un allanamiento, se comprobó que «no existe» legalmente. La Policía Federal, en conjunto con la Inspección General del municipio, secuestró más de una tonelada de alimentos no perecederos en un galpón.
Un operativo que destapó la olla
El operativo se realizó en un depósito donde funcionaba la supuesta cooperativa. Los responsables del lugar no pudieron justificar el acopio de la mercadería proveniente de la gobernación bonaerense, lo que llevó a la clausura del lugar y al secuestro de los alimentos. «Se acabaron los tiempos en que algunos vivos usan las necesidades de la gente dilapidando los recursos de todos los bonaerenses», sentenció Montenegro en sus redes sociales, apuntando directamente contra Kicillof.
El destino de la mercadería
Montenegro aseguró que los alimentos quedaron «a disposición de la Justicia» y solicitó que se entreguen «a las instituciones que realmente trabajan con la gente vulnerable». El intendente compartió un video en sus redes sociales donde se puede observar a la policía trabajando en el galpón, rodeado de pilas de bolsas de azúcar, harina, polenta, fideos y latas de durazno, entre otros productos. Previamente, la mercadería deberá ser inspeccionada por Bromatología para certificar su estado y asegurar que esté apta para el consumo. Según trascendió, la intención del municipio es destinar los alimentos a los damnificados por el reciente incendio en la zona de El Marquesado. El intendente pidió celeridad a la justicia, ya que «los alimentos se encuentran próximos a vencer».