¿Francisco y CFK, unidos por Marechal? Parece una sitcom del más allá. Del «jefe de la oposición» a «te vamos a extrañar». La política argentina, un reality show con giros argumentales que ni Netflix se anima.
¿Silbidos en Tecnópolis en 2013? ¿Diputados K negándose a homenajes? Memoria selectiva nivel experto. El pasado es un país extranjero, sobre todo en Argentina.
Francisco, el Papa que leía a Marechal y se reía de las «batallas celestiales». ¿Habrán debatido sobre peronismo y teología de la liberación? Intriga para rato.
De la confrontación al acercamiento: la compleja relación entre Cristina Kirchner y el Papa Francisco
La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner despidió al Papa Francisco con un sentido mensaje en redes sociales, recordando su primer encuentro en el Vaticano en 2013. «Fue el rostro de una Iglesia más humana, con los pies en la tierra sin dejar de mirar el cielo», expresó la vicepresidenta, quien acompañó sus palabras con tres imágenes del Sumo Pontífice. Además, reveló una anécdota que ilustra la conexión entre ambos: «La primera vez que estuve con Francisco (…) le dije que, como a Megafón, lo esperaban batallas celestiales», en referencia a la novela «Megafón, o la guerra», de Leopoldo Marechal, autor predilecto de ambos. La respuesta del Papa, según Fernández de Kirchner: «Es mi libro preferido, me encanta Marechal». Un detalle que humaniza la figura del pontífice y subraya la particular sintonía que, con el tiempo, se estableció entre ambos.
Un pasado turbulento
La relación entre la entonces presidenta y el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, estuvo marcada por fuertes tensiones. El fallecido pontífice, llegó a ser calificado como «jefe de la oposición» por Néstor Kirchner. Los desacuerdos se centraban en temas como la pobreza, la inseguridad, la corrupción y, especialmente, la ley de Matrimonio Igualitario, a la que Bergoglio se opuso fervientemente, calificándola como «una movida del Diablo». La elección de Bergoglio como Papa en 2013, durante el segundo mandato de Cristina Kirchner, fue recibida con frialdad por parte del kirchnerismo, incluso con silbidos de militantes de La Cámpora durante un acto oficial. La negativa de diputados kirchneristas a rendirle homenaje profundizó la grieta.
Un giro inesperado
Sin embargo, la relación dio un giro sorprendente en los años posteriores. Cristina Kirchner asistió a la asunción de Francisco y mantuvo una audiencia privada con él, solicitándole su mediación en el conflicto por la soberanía de las Islas Malvinas. A partir de entonces, los encuentros se volvieron más frecuentes y la comunicación, más fluida. El fallecimiento del Papa Francisco cierra un capítulo complejo en la historia argentina, dejando interrogantes sobre el futuro de la relación entre la Iglesia y el peronismo.