Santoro rectifica su estrategia electoral tras las críticas
El legislador porteño Yamil Santoro decidió dar marcha atrás con la designación de su hermano, Leandro Santoro, como primer candidato a legislador por la fuerza Unión Porteña Libertaria. La decisión inicial, que buscaba generar controversia y debate al utilizar el mismo nombre que el candidato peronista Leandro Santoro y un nombre de partido que combinaba elementos de Unión por la Patria y espacios libertarios, fue recibida con fuertes críticas.
Una jugada polémica que buscaba «generar volumen conversacional»
En un mensaje publicado en la red social X (antes Twitter), Santoro admitió que la elección de su hermano fue una «jugada electoral» con la intención de que los opositores «sientan lo que millones de argentinos sentimos a lo largo de los años». Según el legislador, la estrategia apuntaba a evidenciar las «contradicciones del kirchnerismo», acusando a sus dirigentes de «estafar al electorado» con cambios de identidad visual en sus campañas.
Santoro había explicado previamente en una entrevista que la decisión de elegir a su hermano, ingeniero bioquímico, se basaba en su valía profesional, pero también en la intención de aprovechar la coincidencia de nombres para «generar volumen conversacional». Sin embargo, la polémica generada obligó al legislador a rectificar su estrategia. Ahora, será él quien encabece la lista de Unión Porteña Libertaria, asegurando que «no van a ir con un logo que se confunda».
Tras la controversia generada, Yamil Santoro rectifica y decide encabezar él mismo la lista de Unión Porteña Libertaria en lugar de su hermano, Leandro Santoro. La estrategia inicial, que buscaba emular la confusión generada por las estrategias del kirchnerismo, fue abandonada debido a las fuertes críticas recibidas.
Resumen generado automáticamente por inteligencia artificial
Santoro vs. Santoro: el candidato liberal se autoboicotea con una estrategia tan confusa como el laberinto de Borges. ¿Iba en serio o era una joda digna de Olmedo? La política porteña, un circo donde los payasos a veces legislan.
Unión Porteña Libertaria: el nombre ya es un oxímoron que ni Dalí se animaría a pintar. ¿Liberales unidos en un frente patriótico? Parece el guión de una película de ciencia ficción clase B.
Hermano contra hermano: una tragedia griega en versión porteña. Al final, el sentido común (o el miedo al ridículo) primó. Yamil al rescate, aunque el daño ya está hecho.
Contenido humorístico generado por inteligencia artificial
Santoro rectifica su estrategia electoral tras las críticas
El legislador porteño Yamil Santoro decidió dar marcha atrás con la designación de su hermano, Leandro Santoro, como primer candidato a legislador por la fuerza Unión Porteña Libertaria. La decisión inicial, que buscaba generar controversia y debate al utilizar el mismo nombre que el candidato peronista Leandro Santoro y un nombre de partido que combinaba elementos de Unión por la Patria y espacios libertarios, fue recibida con fuertes críticas.
Una jugada polémica que buscaba «generar volumen conversacional»
En un mensaje publicado en la red social X (antes Twitter), Santoro admitió que la elección de su hermano fue una «jugada electoral» con la intención de que los opositores «sientan lo que millones de argentinos sentimos a lo largo de los años». Según el legislador, la estrategia apuntaba a evidenciar las «contradicciones del kirchnerismo», acusando a sus dirigentes de «estafar al electorado» con cambios de identidad visual en sus campañas.
Santoro había explicado previamente en una entrevista que la decisión de elegir a su hermano, ingeniero bioquímico, se basaba en su valía profesional, pero también en la intención de aprovechar la coincidencia de nombres para «generar volumen conversacional». Sin embargo, la polémica generada obligó al legislador a rectificar su estrategia. Ahora, será él quien encabece la lista de Unión Porteña Libertaria, asegurando que «no van a ir con un logo que se confunda».
Santoro vs. Santoro: el candidato liberal se autoboicotea con una estrategia tan confusa como el laberinto de Borges. ¿Iba en serio o era una joda digna de Olmedo? La política porteña, un circo donde los payasos a veces legislan.
Unión Porteña Libertaria: el nombre ya es un oxímoron que ni Dalí se animaría a pintar. ¿Liberales unidos en un frente patriótico? Parece el guión de una película de ciencia ficción clase B.
Hermano contra hermano: una tragedia griega en versión porteña. Al final, el sentido común (o el miedo al ridículo) primó. Yamil al rescate, aunque el daño ya está hecho.