De la Masacre de Texas a la Casa Blanca: La saga de la motosierra argentina
La imagen de Elon Musk empuñando la motosierra que le obsequió Javier Milei recorrió el globo, llegando incluso a la parodia en Saturday Night Live. Este peculiar presente tiene una historia y un creador: Mariano Ditro «Tute» Di Tella, un argentino de 45 años que ha dedicado su vida a la construcción y personalización de motosierras.
El hombre detrás de la máquina: la pasión de un artista autodidacta
La fascinación de Di Tella por las motosierras nació en su adolescencia, inspirado por la película «La Masacre de Texas 3». Lo que para muchos era una herramienta de horror, para él fue una revelación artística. De forma autodidacta, aprendió a reparar y customizar motosierras, perfeccionando su técnica hasta crear piezas únicas. Di Tella se define como un «maestro constructor de motosierras» y su taller, ubicado en Villa Urquiza, es un santuario de motores, herramientas y sus particulares creaciones. Asegura que no tiene afinidad política y que su trabajo termina al entregar la pieza, el resto «es libre».
Las motosierras presidenciales: del despacho de Milei al encuentro con Musk
La motosierra que Milei recibió en noviembre de 2024 permaneció en casa de Di Tella casi un año. La segunda, destinada a Musk, fue un encargo del vocero presidencial, Manuel Adorni, con solo 20 días de plazo para su creación. Mientras que la de Milei tiene un enchapado en bronce y aluminio con la leyenda «Las Fuerzas del Cielo», la de Musk cuenta con aluminio y bronce, detalles en rojo y una piedra de jaspe que simboliza Marte. La frase «¡Viva la libertad carajo!», grabada en esta última, fue elegida por el propio Milei. Ambas son funcionales y solo requieren combustible para operar. Di Tella afirma que ninguna de sus obras está a la venta, pero planea crear «La Excalibur Presidencial», una pieza aún más elaborada que espera vender por un millón de dólares para destinarlo a causas nobles en Argentina. El encuentro entre el artista y Milei aún no se ha concretado, y Di Tella lo deja en manos del destino.
