Se viene el quilombo electoral en CABA: 16 listas, ¡16!, se disputan 30 bancas en la Legislatura. ¿Democracia o feria de vanidades? Larreta, Adorni, Lospennato, Santoro… Parece un casting para Gran Hermano VIP, pero no, es la política porteña.
Las PASO brillan por su ausencia, la fragmentación es la vedette de la temporada y los politólogos rasguñan la pizarra con cara de «¿en qué nos metimos?». Ojalá repartan pochoclos en los cuartos oscuros.
¿Tercios, cuartos, quintos? Ni el mago sin dientes se anima a tanto pronóstico. La única certeza: el 19 de mayo, más de uno va a despertar con resaca electoral (y sin banca).
Elecciones legislativas porteñas: un escenario inédito y fragmentado
La elección legislativa porteña del 18 de mayo próximo se presenta como un evento sin precedentes. Dieciséis listas competirán por 30 bancas en la Legislatura, marcando un récord de fragmentación política. Candidatos con amplia trayectoria y reconocimiento público, como Horacio Rodríguez Larreta, Manuel Adorni, Silvia Lospennato y Leandro Santoro, encabezan las boletas, elevando la relevancia de estos comicios locales a un plano nacional.
Un panorama complejo y disputado
La decisión del Ejecutivo local de separar las elecciones porteñas de las nacionales y la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) configuran un escenario inédito. A diferencia de la elección de 2021, donde cinco fuerzas compitieron tras superar el filtro de las PASO, en esta ocasión la oferta electoral se triplica. Esta atomización del voto, sumada a la presencia de figuras de peso, dificulta los pronósticos. Las encuestas sugieren una posible elección de tercios entre Lospennato (PRO), Santoro (Unión por la Patria) y Adorni (La Libertad Avanza), aunque la irrupción de Larreta y Marra podría ampliar la disputa a cuartos o incluso quintos.
El fantasma de 2003 y la distribución del poder
Especialistas trazan un paralelismo con la elección presidencial de 2003, donde Carlos Menem se impuso en primera vuelta con un porcentaje bajo (24%) en un contexto de alta fragmentación. Si bien se trata de comicios de diferente naturaleza, la dispersión del voto plantea interrogantes sobre la distribución del poder en la Legislatura porteña. Juntos por el Cambio pone en juego 15 bancas, el kirchnerismo 8, La Libertad Avanza 5 y la izquierda 2. La elección definirá la composición de un cuerpo legislativo clave para la Ciudad de Buenos Aires. La competencia se intensifica con la división interna dentro de los espacios políticos tradicionales. Juntos por el Cambio se presenta fragmentado en cuatro listas: PRO, larretismo, UCR (Evolución) y Coalición Cívica. El peronismo porteño también se divide en tres listas, mientras que los libertarios presentan al menos tres opciones. Esta atomización del voto plantea un desafío para los analistas y genera incertidumbre sobre el resultado final.