¿Lijo a la Corte? ¡Paren las rotativas! (o el scroll infinito). El Senado le bajó el pulgar al juez estrella de Comodoro Py. Al parecer, ni sus contactos ni el lobby celestial alcanzaron los 48 votos mágicos. ¿Habrá sido la mano invisible de CFK? Misterio.
Dicen que a Lijo lo dejaron más «manoseado» que un colectivo en hora pico. ¿Y ahora? ¿Volverá a su juzgado con la cola entre las patas o aceptará un nombramiento por decreto, cual premio consuelo? El culebrón judicial continúa.
Dato bomba: el kirchnerismo barajó a Pichetto para la Corte. Sí, leyeron bien. Pero el ex senador dijo «pasapalabra» por cuestiones de edad. ¡Se ve que jubilación con fueros es mejor que lidiar con fallos polémicos!
Mientras tanto, Lorenzetti observa desde el Olimpo judicial. ¿Fue él quien le vendió humo al gobierno con la candidatura de Lijo? El enigma se profundiza. Abrimos el debate: ¿Lijo a la Corte por decreto es un plan B o un plan Z?
Lijo, manoseado y con futuro incierto tras el rechazo del Senado
La ambiciosa carrera de Ariel Lijo hacia la Corte Suprema de Justicia se vio truncada en el Senado, a pesar de una intensa campaña de lobby que incluyó contactos con senadores y gobernadores. Su candidatura, impulsada por el juez de la Corte Ricardo Lorenzetti, no logró reunir los 48 votos necesarios para su aprobación.
El rechazo al decreto y la esperanza que se desvanece
Lijo, quien había rechazado un ofrecimiento del Gobierno para ser nombrado por decreto en diciembre, apostó por la vía del acuerdo en el Senado. Sin embargo, la jugada le salió mal y ahora se encuentra en una situación incierta. Si bien mantiene la esperanza («Sigo con dictamen en el Senado», declaró a un allegado), la posibilidad de un nombramiento por decreto, aunque no descartada, lo coloca en una posición incómoda tras haberla rechazado inicialmente. La pregunta que flota en el aire es si, después de este revés político, Lijo querrá regresar a su juzgado en Comodoro Py o si aceptará un puesto en la Corte en comisión, con la precariedad que eso implica, ya que su mandato estaría sujeto a los vaivenes políticos.
El factor Cristina y la sombra de Boudou
La falta de un liderazgo unificado en el peronismo y la influencia de Cristina Kirchner fueron factores determinantes en el fracaso de la candidatura de Lijo. Se especula que la vicepresidenta condicionó el apoyo a Lijo a una negociación por la otra vacante en la Corte. Además, la desconfianza del kirchnerismo hacia el juez, quien en su momento detuvo y procesó a Amado Boudou, habría jugado un papel crucial en la decisión final. Un dato revelador de esta desconfianza es que, en las negociaciones iniciales, el bloque de Unidad Ciudadana propuso al ex senador Miguel Pichetto como alternativa a Lijo. Pichetto, sin embargo, declinó la oferta argumentando su edad y la proximidad de su jubilación. El episodio del frustrado nombramiento de Lijo deja al descubierto las tensiones internas del peronismo y la complejidad del proceso de designación de jueces para la Corte Suprema. La incertidumbre sobre el futuro de Lijo y las vacantes en el máximo tribunal se mantienen, a la espera de las próximas movidas del Gobierno.