el regreso de un conocido rostro
José López, el exsecretario de Obras Públicas, conocido por su «episodio» de los bolsos en el convento, emprendió vuelo desde Santa Cruz hacia la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en las primeras horas del lunes. La razón de su viaje: presentarse en los tribunales de Comodoro Py para cumplir con una orden judicial.
El vuelo, de Aerolíneas Argentinas, despegó de madrugada, una elección que, según testigos, podría apuntar a un deseo de pasar desapercibido. Vestido de manera discreta, con pantalón negro, zapatillas y campera del mismo color, y un buzo celeste con sus anteojos colgando, el exfuncionario viajaba sin equipaje de mano, lo cual puede considerarse una metáfora curiosa de la carga que sí llevaba consigo. Durante la espera, se le vio absorto en su teléfono celular, masticando chicle y hasta esbozando alguna sonrisa, un gesto que contrastaba con la inminente perspectiva de la reclusión.
la inminencia de comodoro py
Al ser consultado por este medio sobre la fecha de su presentación en Comodoro Py, López optó por una evasiva sonrisa y un escueto «¿Cómo le va?». Ante la repregunta sobre si sería el lunes o el miércoles, se limitó a un movimiento de cabeza antes de avanzar hacia la fila de embarque. Su actitud tranquila y aparentemente despreocupada no pasó desapercibida para quienes observaban la escena.
López fue condenado a seis años de prisión por administración fraudulenta en perjuicio del Estado en la denominada causa Vialidad. Compartió la pena máxima con Cristina Kirchner, Lázaro Báez y Nelson Periotti. El juez Jorge Gorini dictaminó que los nueve condenados debían presentarse en Comodoro Py dentro de los cinco días hábiles posteriores a la notificación de la Corte Suprema de Justicia que ratificó la sentencia.
un periplo judicial y personal
El exfuncionario, que en su momento se definió como «odiado» por la expresidenta, dejó Santa Cruz, provincia donde se había refugiado desde su excarcelación en la causa por enriquecimiento ilícito, ocurrida el 13 de abril de 2021.
José López había pisado el Penal de Ezeiza por primera vez en junio de 2016. En 2018, se convirtió en imputado colaborador en la causa de los Cuadernos de las Coimas, donde brindó información que apuntó contra Cristina Kirchner, obteniendo a cambio un lugar de detención con mayor custodia.
Durante los últimos años, tras pagar una fianza de 85 millones de pesos, mantuvo un perfil bajo, permaneciendo en Río Gallegos junto a su familia. La espera en el aeropuerto de Santa Cruz transcurrió sin incidentes, con pasajeros concentrados en sus asuntos. Nadie, a excepción de este medio, pareció reparar en su presencia. A la 1:32 de la madrugada, se ubicó en la fila correspondiente a la Zona 3. En ese momento, se inició la cuenta regresiva para el vuelo de tres horas y cuarto que lo depositaría en Capital Federal y lo pondría, una vez más, a disposición de la justicia para hacer efectiva সু detención.