Malvinas: Encuentro británico tensa a la Argentina

Redacción Cuyo News
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Zappo te lo cuenta

Es cosa de todos los días (bueno, casi) que los funcionarios británicos que se ocupan de lo que ellos llaman “Territorios de Ultramar”, se reúnan con la gente de las Islas Malvinas. Es una práctica habitual, discreta casi siempre, para coordinar la gestión.

Estas movidas, por poca o mucha importancia que tengan, suelen ponerle la piel de gallina a la Argentina. Hace no mucho, en pleno febrero de 2024, vimos las protestas cuando el exjefe del Foreign Office, David Cameron, se dio una vuelta por las Islas. (Para que quede claro, el cargo completo es Secretario de Estado de Su Majestad para Asuntos Exteriores y asuntos de la Mancomunidad. Un título largo, ¿viste?).

Pero ahora, la discreción se fue al demonio. Resulta que Richard Hyslop, el que representa en Londres al gobierno pro británico de las Islas Malvinas (conocido como FIG, para los amigos), se sacó una foto con el nuevo embajador del Reino Unido en Argentina y la subió a X, como si nada. Y encima, puso: “Tuvimos una conversación muy constructiva con David Cairns, el nuevo embajador del Reino Unido en Argentina. Tengo muchas ganas de trabajar con él en su nuevo cargo.” Con foto y todo. Ahí la tenés, a la prueba del delito.

La foto, como era de esperar, cayó como patada en el hígado para varios expertos en estas cuestiones. Esos que saben un montón sobre el conflicto que tenemos con el Reino Unido por la soberanía de las Malvinas. Y la mayoría de ellos coincidió, hablando con este diario, en que este gesto es como si un embajador argentino que va para China se saca fotos con la oficina comercial de Taiwan. O al revés, claro. O como si el embajador que va a Armenia se saca fotos con la dirigencia turca, o la inversa. Un papelón diplomático, si se quiere.

Tal como ya lo hizo oficial el Foreign Office, este señor Cairns es el elegido para ser embajador en Argentina. Viene a reemplazar a Kirsty Haynes, que se va a mediados de año. Mientras tanto, la señora sigue a full con sus actividades.

Hyslop, por su parte, está desde 2019 en ese cargo estratégico, representando al FIG en Londres. Es el tipo que hace lobby por las Islas en el Reino Unido, y también recibe a los empresarios, legisladores y militares británicos que, a su vez, hacen lobby en sentido contrario. Agarró el puesto después de la histórica Sukey Cameron, que se jubiló después de 36 años con el FIG y 29 como representante en el Reino Unido. Una especie de embajada particular, ¿viste?

Desde la Embajada británica en Buenos Aires, nos dijeron a Clarín que esto forma parte de la preparación diplomática de Cairns. Antes de venir para acá, se reúne con el representante de las Islas en Londres y con otros que tienen relación con el trabajo que va a hacer. Algo así como un “pre-calentamiento” diplomático.

Por cierto, supimos por otras fuentes, que Cairns también se juntó con el exembajador británico más querido en Argentina, Mark Kent, y con la embajadora argentina en Londres, Mariana Plaza. La diferencia es que la Cancillería argentina, a diferencia de Hyslop, no salió a contarlo a los cuatro vientos. Cosas de la vida diplomática, supongo.

Otras fuentes comentaron que el embajador británico suele estar en contacto con las Islas. No solo por esos temas humanitarios que siguen pendientes, como el de los familiares de los soldados caídos en la guerra de 1982 cuyos cuerpos están en el Cementerio de Darwin. También, y esto es importante, para transmitir mensajes y políticas que tienen que coordinarse entre Buenos Aires y Londres. Y en esas coordinaciones, le dan participación a las Islas. Siempre. En todo.

Es cierto también que muchas veces, los embajadores británicos en Buenos Aires son clave para contarle a Londres y a las Islas cómo somos los argentinos y qué significan las Malvinas para nuestra opinión pública, sobre todo cuando se habla de otras cosas. Según pudimos comprobar en varios viajes a las Islas, hay una imagen medio rara de la Argentina por allá, como anclada en el desembarco militar del 2 de abril de 1982. La mayoría de ellos no quiere saber nada con el continente. Una pena, porque los conflictos, por suerte, no suelen quedarse quietos.

Conflictos y gestos diplomáticos

Ahora, para las fuentes argentinas que consultamos, y que pidieron no ser identificadas (la diplomacia es cosa seria, viste), el gesto de la foto de Hyslop con Cairns es chocante. Más que nada porque Cairns va a ser embajador en Buenos Aires, no en las Islas. Es como que te presenten a tu futuro jefe y te saques una foto con un empleado que justamente tiene problemas con la empresa.

Al mismo tiempo, es evidente que las cosas entre Argentina y el Reino Unido por las Malvinas están un poco más calmas. El kirchnerismo, por el contrario, se encargó de ponerle leña al fuego.

Aunque se rumorea que el ministro Gerardo Werthein es un “malvinero” de pura cepa y que cuida el tema como si fuera suyo, en la Casa Rosada, parece ser, las opiniones de la Cancillería sobre este asunto no tienen mucho peso.

Para el último 2 de abril, ni se les ocurrió invitar al acto en Plaza San Martín al equipo de la Secretaría del Área Malvinas. Y el discurso que dio Javier Milei ahí adentro, no lo escribieron los diplomáticos. Y generó, claro, una polémica de aquellas. Y por si fuera poco, según pudimos saber, el presidente hizo oídos sordos a los pedidos de reunión del gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Gustavo Melella, con el que, dicho sea de paso, tiene otros conflictos dando vueltas.

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