Milei ataca a Rocca y defiende la liberación de la exportación de chatarra en el BID.

Redacción Cuyo News
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El Semitón

Milei vs. Rocca: Round 1 en Washington

En una incendiaria presentación en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Javier Milei no solo repasó su programa económico sino que también aprovechó para lanzar dardos contra el empresario Paolo Rocca. El motivo de la discordia: la liberación de la exportación de chatarra, una medida impulsada por Federico Sturzenegger, a quien Milei elogió efusivamente, que perjudicó, según el Presidente, a una «empresa muy grande» –sin nombrarla directamente, pero con claras alusiones a Techint– que «sacó a su ejército de econochantas a pedir devaluación y tratar de desestabilizar». La medida, que revirtió una prohibición vigente desde 2009, beneficia a las empresas que generan chatarra pero perjudica a las que la utilizan como insumo, como Techint.

El Estado como parásito y la (no) necesidad del cepo

Milei redobló la apuesta y definió al Estado como un «parásito» al que su gobierno está «decidido a matar». Según su análisis, el ajuste aplicado no fue recesivo porque «cayó totalmente sobre el Estado». En cuanto al cepo cambiario, sorprendió al afirmar que no es necesario eliminarlo para crecer, gracias al ahorro generado por el ajuste fiscal. «El cepo es un mecanismo para aumentar artificialmente la demanda de dinero», explicó. Para el mandatario, los argentinos compraban dólares «para pasar el consumo del presente al futuro», y el cepo los obligaba a tener pesos, aumentando artificialmente la demanda.

Justicia social: una «aberración» para Milei

Milei también se despachó contra el concepto de justicia social, calificándolo de «aberración» moral y económica. «¿Algunos de los que están acá esta a favor del robo?», preguntó retóricamente. Para el Presidente, la justicia social implica un trato desigual ante la ley, donde «a uno se le roba su ingreso y se lo da a otro». Esto genera, según su visión, un «grave problema de incentivos» que promueve «patalear, quejarse y no trabajar». La consecuencia, según Milei: una sociedad envidiosa, polarizada y dominada por el odio.

La motosierra sigue rugiendo: 800 reformas y contando

En el tramo final de su discurso, Milei anunció un nuevo paso en su política de reducción del Estado: cada ministerio deberá realizar un digesto de lo que utiliza en 30 días. «Todo lo que no está en el digesto se elimina», sentenció. El Presidente comparó su gestión con la de Carlos Menem, considerándola «ocho veces más grande» en términos de reformas estructurales. «Es el mejor gobierno de la historia», afirmó, atribuyendo el mérito a sus «enormes ministros». Finalmente, reiteró su compromiso de «llevar el Estado a la mínima expresión» y devolver la libertad a los argentinos.

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