Milei festeja la desaceleración de los precios y arremete contra ‘mandriles’
El presidente Javier Milei no ocultó su satisfacción tras conocerse el índice de inflación de abril, que según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) se ubicó en 2,8 %. La cifra representa un descenso respecto al mes anterior y, más importante aún para el gobierno, se da en un contexto posterior a la flexibilización de las restricciones cambiarias, lo que para el oficialismo valida el rumbo económico adoptado.
«Vamos ‘Toto'», publicó el mandatario en sus redes, felicitando al ministro de Economía, Luis Caputo. Pero la celebración vino acompañada de una nueva embestida contra lo que considera voces críticas y malintencionadas.
«Les recuerdo que varios sicarios con micrófonos y econochantas decían que la tasa de inflación del mes de abril saltaría a niveles del 5% al 7%… El dato: 2,8%», escribió Milei en la red social X, apenas minutos después de que el Indec difundiera la información oficial. Y, fiel a su estilo confrontativo, agregó: «A los que tengan ganas de divertirse les propongo que vayan y armen el archivo de mandriles. Ciao!». La referencia a «mandriles» se consolida como uno de los epítetos favoritos del presidente para referirse a aquellos que disienten con su gestión.
Elogios a Caputo y la reaparición del «mandril»
La efusividad presidencial no se detuvo ahí. En otra publicación, acompañada de una foto abrazado a su ministro de Economía, lo catalogó como «El mejor de la historia, lejos. Viva la libertad, carajo». Un espaldarazo público a Caputo, quien a su vez destacó que la inflación interanual de abril es la menor en cuatro años y la duodécima consecutiva en desacelerar con respecto al mismo período del año anterior.
La utilización del término «mandril» por parte de Milei no es nueva. Menos de veinticuatro horas antes, en un discurso brindado en el 42° Congreso del IAEF, ya había recurrido a él, aunque en términos mucho más explícitos. Al explicar el concepto de señoreaje y su impacto inflacionario, el presidente lanzó: «El curso forzoso es la contraparte de un… ‘Te quiero romper… la parte roja de un mandril’ con el impuesto inflacionario». Un exabrupto que él mismo pareció anticipar, mofándose al instante de las posibles reacciones: «Ay, ya me veo a los lloradores… ‘¡Uy, la obsesión anal de Milei!'».
En aquel mismo encuentro con ejecutivos de finanzas, Caputo reiteró la promesa de una inflación cercana a cero para junio de 2026, un objetivo ambicioso que el gobierno busca alcanzar y que, según sus proyecciones, se consolida con datos como el conocido en abril.