¿Lijo en la Corte? Parece joda, pero no. El Gobierno lo sienta en primera fila en la apertura de sesiones, tipo «vení, Ariel, hacéte el que pertenecés». La Corte, con cara de «¿y este?», lo mira de reojo mientras trata su licencia… ¡el 6 de marzo! ¿En serio? Mientras tanto, Milei choca con la oposición y hasta con Macri, que parece estar más perdido que turco en la neblina. ¿Y Maqueda? Criticó el nombramiento, pero el Gobierno le respondió con un elegante: «callate, jubilado».
¿Será Lijo el quinto Beatle de la Corte o terminará como figurita repetida? Solo el tiempo lo dirá. Mientras, el Senado se frota las manos: ¿aprobarán su pliego o lo mandarán de vuelta a Tribunales con la cola entre las patas?
El drama de la Corte parece una telenovela: intrigas, poder, y un final que nadie se atreve a predecir. Agarren pochoclos, que esto recién empieza.
El Gobierno desafía a la Corte y a la oposición con la presencia de Lijo en la apertura de sesiones
Tras la jura de Manuel García-Mansilla como nuevo ministro de la Corte Suprema de Justicia, el Gobierno decidió subir la apuesta y confirmó que ubicará al juez federal Ariel Lijo, designado por decreto y en comisión, junto a los cuatro magistrados del Alto Tribunal durante la apertura de sesiones ordinarias del Congreso. La decisión, confirmada por el entorno de Javier Milei, se produce a pesar de las demoras en el tratamiento de la licencia extraordinaria solicitada por Lijo tras su designación.
Desde el oficialismo justificaron la presencia de Lijo, argumentando que «es inevitable que sea designado, solo falta una formalidad». Si bien asistirá en calidad de invitado especial, la intención del Gobierno es ubicarlo junto al presidente del tribunal, Horacio Rosatti, y los jueces Carlos Rosenkrantz, Ricardo Lorenzetti y el recién asumido García-Mansilla, en una clara muestra de poder. Fuentes del Ejecutivo aseguraron: “Ellos no son los que deciden quiénes son los invitados. Somos nosotros y el sábado estarán los cinco sentados, le guste a quien le guste”.
La licencia de Lijo y el rechazo de la oposición
El Gobierno confía en que la Corte le tomará juramento a Lijo la semana próxima, luego de aprobar su licencia. Sin embargo, la postergación del tratamiento hasta el 6 de marzo generó molestia en el Ejecutivo. «No nos hace ruido la demora porque sabemos que le aceptarán la licencia. Lijo será miembro de la Corte. Nos avala la Constitución», afirmaron funcionarios cercanos al presidente.
La demora en el tratamiento de la licencia abre una ventana de oportunidad para la oposición, que busca impugnar el nombramiento de Lijo. Si el kirchnerismo logra sumar los votos necesarios de otros bloques opositores, podría alcanzar el quórum y rechazar el pliego en el Senado, propinándole un duro revés al Gobierno. La incertidumbre sobre la decisión de la Corte respecto a la licencia y los pasos a seguir por Lijo en caso de un rechazo, agregan tensión al escenario.
Cruce con Maqueda y diferencias con Macri
El Gobierno respondió con dureza a las críticas del ex juez de la Corte, Juan Carlos Maqueda, quien calificó de «horror» los nombramientos por comisión y pidió la renuncia de Lijo. «No nos importa la opinión de un jubilado de 80 años», respondieron desde el Ejecutivo, acusando a Maqueda de «cómplice de atrocidades» y de «resentido por querer retener sus privilegios de casta».
En cuanto a los cuestionamientos de Mauricio Macri a la designación de Lijo, el Gobierno los minimizó, considerándolos una «opinión personal» que no representa la totalidad del PRO. «Nosotros hablamos con varios dirigentes del PRO y no dicen lo mismo», aseguraron, destacando el apoyo interno a la decisión de Milei por parte de figuras como Guillermo Montenegro y Diego Santilli.