Milei en Roma: arrepentimiento, risas y un rabino.
¿Perdón papal para el león libertario? Milei confesó disculpas a Francisco por sus «errores de juventud» (¿quién no ha dicho alguna vez que el Papa es «el representante del maligno en la Tierra»?). Bergoglio, con onda, le respondió: «tranquilo, pibe, todos hicimos macanas».
Entre anécdotas y homenajes, Milei lo llamó «el argentino más importante de la historia». ¡Ah, pero nunca lo invitó a un asado!
Y la frutilla del postre: el encuentro entre el Papa y el rabino de Milei. Un chiste, una devolución y risas. ¿Se imaginan a Francisco haciendo stand up?
De la «malignidad» al arrepentimiento: Milei y sus disculpas al Papa Francisco
Desde Roma, donde asistió al funeral del Papa Francisco, Javier Milei sorprendió al revelar detalles de su encuentro con el Sumo Pontífice en febrero de 2024. El presidente argentino, quien en el pasado había lanzado duras críticas contra Bergoglio, incluso calificándolo como «el representante del maligno en la Tierra», confesó haberle pedido disculpas por sus dichos. «Sí, claro que le pedí disculpas. Y me dijo ‘No te calentés, son errores de juventud'», declaró Milei, recordando la respuesta del Papa con cierta jocosidad. Según el mandatario, Francisco añadió: «De jóvenes todos hacemos boludeces'».
Un encuentro entre risas y anécdotas
Milei describió el encuentro de 70 minutos como «muy divertido» y relató una anécdota particular sobre la presentación de su rabino, Axel Wahnish, al Papa. «En ese momento yo venía de Israel y le presenté a mi rabino. Fue muy gracioso porque Axel le dice al papa Francisco ‘Bueno, mire, se lo traje de vuelta’ y el Papa dijo ‘No, quedátelo'», contó Milei entre risas. Más allá de las anécdotas, el Presidente argentino reconoció la figura de Bergoglio, calificándolo como «el argentino más importante de la historia» y «el líder espiritual de cerca de 2.000 millones de seres humanos». Lamentó su fallecimiento y expresó: «Es una pérdida enorme para los argentinos».
Ausencia en la despedida y encuentro con Meloni
Milei también aclaró su ausencia en la despedida final al Papa Francisco en la basílica de San Pedro. Explicó que su agenda oficial en el Vaticano comenzaba el sábado y que no tenía actividades previstas para el viernes, día de su llegada a Roma. «Nosotros llegábamos e íbamos directo al hotel», afirmó, desmintiendo las críticas recibidas por no haber estado presente. Finalmente, el mandatario adelantó que, aprovechando el tiempo de espera por el descanso obligatorio de la tripulación del avión presidencial, mantendría reuniones con miembros del gobierno italiano, incluyendo un posible encuentro con la primera ministra Giorgia Meloni.