¿Dólar domado o león rugiendo? Milei celebra la estabilidad cambiaria post-cepo a su manera: mordiendo a críticos. ¿Será esta su nueva estrategia económica o solo una descarga emocional? La city porteña retiene el aliento, Macri llora en Acassuso y Cristina… bueno, Cristina es Cristina.
El sushi del VIP en Tecnópolis fue testigo de la profecía del dólar a $1.200. ¿Casualidad o brujería financiera? Milei, cual oráculo moderno, acertó (esta vez). Pero su festejo incluye insultos dignos de un barra brava. ¿Se le subieron los humos a la cabeza o es su forma de gobernar con garra?
Mientras el establishment respira aliviado, el león libertario sigue afilando sus garras contra periodistas, economistas y opositores varios. ¿Será que la victoria le sabe a poco sin un buen round de confrontación? En la Rosada se preguntan si tanta pelea ayuda o solo espanta inversores. Ah, y Macri siente que lo ningunean… ¡pobre!
El dólar post-cepo: ¿victoria o campo de batalla?
El lunes pasado, tras la liberación del cepo cambiario, el dólar cerró en $1.233, dentro del rango proyectado por el gobierno. Este hecho desató una ola de reacciones, desde la autocelebración oficialista hasta las críticas de economistas y periodistas, que fueron respondidas con virulencia por el presidente Javier Milei.
El león libertario ruge (y muerde)
La estabilidad del dólar, lejos de aplacar los ánimos, parece haber exacerbado el estilo confrontativo de Milei. «Mandriles inmundos», «imbéciles» y «envenenadores» fueron algunos de los calificativos utilizados por el presidente para referirse a quienes cuestionaron su política económica. Esta actitud beligerante, que incluye extensos debates en redes sociales y duras acusaciones contra periodistas, genera preocupación incluso dentro del oficialismo, donde algunos se preguntan si la «fabricación de enemigos» no se convierte en un obstáculo para la gestión.
La oposición en jaque y la sombra de Cristina
La liberación del cepo también impacta en la interna opositora. Milei desafía a Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires y a Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires, donde se espera una feroz disputa electoral. La alianza entre el PRO y La Libertad Avanza se complica por las diferencias entre ambos líderes y la resistencia de Macri a ser relegado en la estrategia de campaña. Mientras tanto, Cristina Kirchner apuesta al fracaso del modelo económico de Milei y evalúa su propia candidatura en las elecciones legislativas de la provincia. La vicepresidenta observa con atención la evolución de la economía y, aunque crítica del modelo libertario, reconoce la efectividad de algunas medidas tomadas por el gobierno. «Lo que hizo con los piquetes en la 9 de Julio estuvo perfecto», habría declarado. El futuro político del país, como el valor del dólar, permanece incierto.