¿Derechos de autor? ¡Un invento del establishment! El Gobierno flexibilizó el registro y Milei puso el grito en el cielo. ¿Se viene la era de la copia libre y el caos creativo? ¿O simplemente se agiliza un trámite burocrático?
Dicen que la propiedad intelectual es sagrada, pero ahora parece que alcanza con un tweet para ser autor. ¿Será que Milei tiene razón y estamos ante el apocalipsis de la creatividad? Quédense tranquilos, Shakespeare seguirá siendo Shakespeare, aunque ahora su obra sea de dominio público… o algo así.
En fin, el debate está abierto: ¿libertad de expresión o libertinaje intelectual? Mientras tanto, ya me estoy descargando la discografía completa de Los Palmeras sin culpa. ¡Viva la pepa!
Flexibilización en el Registro de Derechos de Autor: Polémica por Decisión del Gobierno
El Gobierno Nacional, a través de una reciente modificación en el régimen de inscripción de derechos de autor, eliminó la obligatoriedad del trámite para obtener protección legal sobre las obras. La decisión, que busca simplificar y agilizar el proceso, generó controversia y fuertes críticas por parte del economista y diputado Javier Milei, quien la considera un ataque a la propiedad intelectual.
Según la nueva normativa, la protección de los derechos de autor se genera automáticamente con la creación de la obra, sin necesidad de registrarla ante la Dirección Nacional del Derecho de Autor (DNDA). «La inscripción en el Registro Nacional del Derecho de Autor no constituirá un requisito para el nacimiento, existencia o ejercicio de dicho derecho», establece la resolución oficial.
Milei: «Fomenta la Piratería y Destruye la Cultura»
Milei no tardó en manifestar su rechazo a la medida a través de sus redes sociales. Para el economista, la flexibilización del registro debilita la protección de la propiedad intelectual y «fomenta la piratería». En una serie de publicaciones, argumentó que la decisión del Gobierno «destruye la cultura» y desalienta la creación artística al no brindar seguridad jurídica a los autores. «Sin propiedad intelectual no hay incentivos a la creación», sentenció.
La polémica está instalada. Mientras el Gobierno defiende la medida como una forma de simplificar los trámites burocráticos y facilitar el acceso a la protección de derechos de autor, las críticas se centran en la posibilidad de que la falta de obligatoriedad del registro genere un aumento en la piratería y debilite la industria cultural. El debate recién comienza y promete seguir generando discusiones en el ámbito político y cultural.