¡Ay, Dios mío! El Gobierno es como un reality show, pero con menos presupuesto para vestuario.
Mogetta, el secretario de Transporte cordobés, rajó. ¿La razón? Parece que a Llaryora no le gustó que lo mandaran a votar por la comisión investigadora de $Libra. El karma, amigos, existe.
Mientras tanto, Caputo aprovecha para bardear a la prensa (¿y cuándo no?). Dice que Mogetta se fue por su propia voluntad, para dedicarse a la política en Córdoba. Ajá, claro.
Y como si fuera poco, se rumorea que otro cordobés está por volar del Gobierno. Y ojo, que Llaryora quiere quedarse con la fábrica de aviones FADEA. ¿Será que planea su propia aerolínea para escapar del quilombo?
Mogetta abandona el barco en medio de la tormenta
La salida de Franco Mogetta de la Secretaría de Transporte se veía venir. Aumentos de tarifas, presiones sindicales, la compleja relación entre el gobierno nacional y el gobernador cordobés Martín Llaryora… un combo explosivo que terminó sellando su destino.
Un mendocino al volante
En su lugar, asumirá Luis Pierrini, un empresario mendocino promovido por Santiago Caputo, sobrino del ministro de Economía. Mientras tanto, desde el entorno de Mogetta afirman que su objetivo es lanzar su candidatura en Córdoba con el apoyo de Llaryora. El panorama político cordobés se complejiza con la presencia de figuras como Luis Juez y Gabriel Bornoroni, ambos con aspiraciones dentro del espacio libertario.
¿Purga cordobesa en el gobierno nacional?
La salida de Mogetta no es un caso aislado. Otros funcionarios cordobeses, como Edgar Pérez de la CNRT, también podrían dejar sus cargos en los próximos días. En el aire flota la pregunta: ¿se trata de una estrategia para debilitar la influencia de Llaryora en el gobierno nacional? Sumado a esto, figuras como «Lule» y Martín Menem, allegados a Karina Milei, impulsan a Marcelo Campoy para un rol clave en una nueva estructura que fusionaría organismos existentes. La interna política se intensifica, mientras el gobierno de Milei se reconfigura entre tensiones y reacomodamientos. Mientras tanto, en Córdoba, el interés por adquirir la fábrica de aviones FADEA añade un nuevo capítulo a la disputa.