De golpes y besos en el Congreso: la tragicomedia del acuerdo con el FMI
La sesión de la Cámara Baja para debatir el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional se convirtió en un escenario digno de una tragicomedia. El diputado Lisandro Almirón, luego de golpear a su colega Oscar Zago en una sesión anterior, le ofreció un «pico» como forma de disculpas. Zago, con una mezcla de humor y rechazo, declinó la oferta: «No soy besuqueiro (…) Beso a las mujeres nada más por respeto». La escena, tan insólita como representativa del clima reinante, se sumó a los gritos, insultos y «situaciones insólitas» que caracterizaron el debate, según el propio Zago.
¿Orden en la casa? La polémica por los audios de Menem
A la ya tensa atmósfera, se sumó la controversia por la filtración de supuestos audios del presidente de la Cámara Baja, Martín Menem. En las grabaciones, se escucha una voz, atribuida a Menem, incitando al desorden y los gritos durante la sesión. «Los quiero gritándome, a los gritos, puteando, nada de algo pacífico», dice la voz en el audio. Si bien desde el entorno de Menem desmintieron la autenticidad de los audios y los adjudicaron a «servicios de inteligencia», la oposición exigió explicaciones. Zago, por su parte, consideró inapropiada la actitud de Menem, si se confirma la veracidad de los audios, aunque reconoció su derecho a expresarse dentro de su bloque.
El aval al FMI en medio del caos
Más allá del show mediático, la sesión culminó con la aprobación del decreto que autoriza al Ejecutivo a negociar las condiciones del acuerdo con el FMI. «Es un aval político para que se negocie con el Fondo las pautas», aclaró Zago, dejando en claro que el debate se centró en la autorización para negociar, más que en el acuerdo en sí mismo.
