Valijas que vuelan: la polémica en Aeroparque y los privilegios aéreos
Mientras la Justicia se adentra en el laberinto de los controles aéreos, llamando a declarar a funcionarios de la Aduana, Migraciones y la Administración Nacional de la Aviación Civil (ANAC), un viejo conocido vuelve a surcar los cielos de la agenda pública: la controvertida pista militar del Aeroparque Jorge Newbery. En teoría, este sector está reservado para vuelos oficiales, pero en el pasado, su historial fue más bien el de un aeropuerto VIP para ejecutivos que, sospechosamente, volaban con la misma discreción que un ninja en la noche.
La investigación apunta al irregular control de los tripulantes del avión Bombardier del empresario Leonardo Scatturice, cuyo arribo parece haber sido más relajado que un feriado largo. Durante la actual administración, se asegura que el uso civil de esta plataforma, conocida como AMA, se ha restringido con un celo casi monacal. Sin embargo, toda regla tiene su excepción, y en este caso, la excepción tuvo nombre y apellido: Alejandro Domínguez, el mandamás de la Conmebol, cuya última visita al país fue un aterrizaje VIP que hizo temblar más de un protocolo.
La era de la restricción, ¿o no?
Fuentes allegadas al gobierno sostienen que la única aeronave que goza de este privilegio sin levantamiento de cejas es el Gulfstream G550 del canciller Gerardo Werthein. El también empresario, según este medio, utiliza una aeronave de su propiedad para misiones oficiales, lo que le permite eludir la burocracia de las pistas comerciales. Una jugada astuta, si se quiere, que despierta más dudas que certezas en el común de los mortales que debe pasar por el escáner hasta el tercer testículo.
En el caso del sonado arribo de Laura Arrieta, delegada de Scatturice en la firma OCP TECH y pieza clave en la cumbre CPAC (Convención de Partidos Conservadores) del pasado 26 de febrero, su aeronave aterrizó en un sector «comercial» lindero con el AMA. No obstante, el dictamen de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA) reveló aparentes irregularidades en el control de sus valijas. El personal de la «Oficina Pista se trasladó a las proximidades del punto de aterrizaje autorizado por la autoridad competente, en la zona denominada ‘estéril'», un término que suena más a quirófano que a aduana, y que está fuertemente restringido.
El eco de los vuelos VIP y la sombra de la “orden de arriba”
Las suspicacias sobre el uso privado de esta plataforma, que ostenta la entrada por la calle Sarmiento y es privilegio del Presidente, sus funcionarios y delegaciones extranjeras, han recrudecido al compás del polémico ingreso de los tripulantes del jet Bombardier Global 5000. Este avión, propiedad de un ex agente de inteligencia devenido en empresario tecnológico y, curiosamente, enlace de los libertarios con la administración de Donald Trump, ha catapultado la discusión a niveles estratosféricos.
Un informe previo de este diario, fechado en agosto de 2024, ya había desenterrado documentación de 2018 que apuntaba a un supuesto servicio VIP para ejecutivos en esa pista, que incluía el conveniente traslado de los controles de Aduana y Migraciones. Fuentes castrenses y ex directivos de entonces habían deslizado que este presunto sistema de recaudación –en negro y en dólares, por supuesto– dataría de más de una década e involucraría tanto a personal civil como militar. ¡Ah, la tradición argentina de la corrupción, siempre innovando!
Desde la Procuraduría de Investigaciones Administrativas, cerca del fiscal Sergio Rodríguez, aducen que «no hay ninguna línea de investigación sobre esto por el momento». Sin embargo, el dictamen producido desliza la inquietante posibilidad de que haya existido una «orden de arriba» hacia el agente de Aduanas que permitió el paso de Arrieta y los tripulantes al margen de los protocolos habituales. Cuesta creer que en un país donde hasta el delivery de empanadas requiere un permiso, una valija pase sin un ojo indiscreto.
Como sea, una calificada fuente militar subraya la preminencia de Presidencia en el uso del AMA cuando se trata de Javier Milei o de su gabinete. «Hoy está prohibido el uso por parte de privados pero en alguna otra época pasaba», concede, con una mueca que deja entrever la historia detrás de la historia. En la Aeroestación Militar de Aeroparque, se recuerda que la única «autorización» para el aterrizaje de un avión privado durante la actual gestión fue justamente para el titular de la Conmebol, a fines de 2024, por parte de la jefatura de la Fuerza Aérea, a cargo del brigadier Gustavo Javier Valverde. «Pero no se le cobró nada», confirma otra fuente oficial. Los tiempos de los tarifados en dólares de estos servicios VIP parecerían haber quedado atrás. ¿O simplemente se volvieron más discretos? Sólo el tiempo —y quizá otra filtración— lo dirá.