Políticos argentinos, cual moscas a la miel, se agolpan en la inauguración de la Universidad Evangélica. ¿Será la nueva estrategia para ganar votos o una epifanía masiva?
El Conicet confirma: los evangélicos ya son el 15,5% de la población. ¿Casualidad o hay una correlación directa con la cantidad de políticos presentes?
Milei, el gurú libertario, parece haber encontrado su nicho. ¿Será que la fe mueve montañas… de votos?
La política argentina se rinde a los pies de la fe evangélica
La inauguración de la Universidad Evangélica Argentina (UEA) se convirtió en un imán para la clase política, atrayendo a figuras de todo el espectro ideológico. Desde el senador kirchnerista Eduardo «Wado» de Pedro hasta el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, pasando por el radical Martín Lousteau, la ceremonia reunió a más de 3.000 personas, evidenciando la creciente influencia de la comunidad evangélica en el país.
Una cantera de votos en expansión
El interés político en este sector religioso no es casual. Según un informe del Conicet, la población evangélica en Argentina pasó del 9% en 2008 al 15,5% en 2019, convirtiéndose en un grupo demográfico cada vez más relevante en términos electorales. La inauguración de la UEA, ubicada en la avenida Eva Perón 1060 de la Ciudad de Buenos Aires, no solo marca un hito en la historia de la educación en el país, sino que también consolida el poder de convocatoria de esta comunidad. El pastor Osvaldo Carnival, fundador de la institución, afirmó que la universidad busca «moldear líderes con principios y visión».
Milei y la alianza estratégica con el evangelismo
Javier Milei, desde su irrupción en la escena política, ha cultivado una estrecha relación con la comunidad evangélica, considerándola un aliado estratégico con una importante estructura y poder económico. La diputada nacional Nadia Judith Márquez, pastora evangélica y miembro del bloque libertario, ejemplifica esta conexión. Su influencia dentro del espacio de Milei se extiende hasta la gestión de fondos públicos, como lo demuestra su participación en la asignación de $170 millones a organizaciones evangélicas. Otros ejemplos, como la diputada mendocina Lourdes Arrieta y el diputado fueguino Santiago Pauli, refuerzan la presencia evangélica en las filas de La Libertad Avanza.
Este fenómeno no se limita a Argentina. En Latinoamérica, la iglesia evangélica ha cobrado un protagonismo político significativo, como lo demuestra el caso de Brasil, donde tanto Jair Bolsonaro como Lula Da Silva han buscado el apoyo de este sector. La inauguración de la UEA y la presencia masiva de políticos argentinos en la ceremonia confirman que el evangelismo se ha convertido en un actor clave en el tablero político nacional.