Cinco días después del acuerdo formalizado con un acto en un hotel céntrico, La Libertad Avanza y el PRO, las mesas de negociación ebullicionan con la disputa por cada escaño en las listas de la provincia de Buenos Aires, de cara a las elecciones del 7 de septiembre. La maquinaria política, aceitada pero no exenta de roces, busca definir los cuadros que representarán a esta nueva amalgama electoral.
Este lunes se prevé una nueva reunión decisiva entre los interlocutores de ambos espacios. Aunque públicamente unificados en su discurso, las diferencias en el reparto territorial de las secciones bonaerenses revelan las complejidades de la construcción de alianzas en la política nacional.
En este intrincado entramado, que tradicionalmente genera fricciones en cada contienda electoral, continúan las gestiones Cristian Ritondo y Sebastián Pareja, referentes centrales de cada bando. A ellos se suman figuras influyentes como Diego Santilli y Guillermo Montenegro por el PRO, junto a dirigentes cercanos al mileísmo que, con perfil bajo, ejercen fuerte influencia en el armado seccional.
En encuentros previos a la oficialización de la alianza bien violeta, denominada «La Libertad Avanza», el Gobierno otorgó un compromiso firme: destinar un 25% de los lugares al partido amarillo. Esta cuota, vital para el PRO, se traduce en la expectativa de ubicar cerca de seis integrantes en la próxima legislatura bonaerense, siempre que el escenario electoral se alinee con las proyecciones de Ritondo y Santilli, principalmente.
cuatro nombres que el pro quiere asegurar
De esas seis proyecciones de bancas, cuatro nombres se presentan como inamovibles para renovar sus escaños, ya sea en el Senado o en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires. Por la primera sección, la figura que el PRO considera asegurada es Christian Gribaudo, actual diputado provincial, con estrechos lazos con Ritondo y Santilli, y también vinculado a Daniel Angelici, el operador que generó controversias en el pacto.
En la segunda sección, otro legislador con continuidad garantizada es Matías Ranzini. Para la quinta sección, un referente de peso como Alejandro Rabinovich, actual senador, mantendría su posición. En la sexta, según los planes del santillismo, se proyecta la continuidad del ex ministro de seguridad porteño Gustavo Coria, quien asumió su banca hace aproximadamente un año en reemplazo del fallecido diputado radical Lorenzo Natalí.
Además, a esta ecuación se sumarían dos figuras femeninas, cuyos nombres aún no han sido definidos, pero que portarán un rol protagónico en las boletas para asegurar bancas estratégicas. Asimismo, resta la confirmación sobre si Guillermo Montenegro liderará la lista por la quinta sección, representando a General Pueyrredón, lo que también le garantizaría una banca al actual intendente marplatense.
«Estamos viendo cómo se desarrollan los territorios y acelerando a partir del lunes para meterle con todo los últimos dos días, viernes y sábado para presentar las listas esa misma noche», afirman fuentes cercanas a Ritondo, quien se erige como el principal operador del PRO en estas negociaciones.
Desde el ala del PRO, evitan precisiones sobre porcentajes, aunque el acuerdo tácito apunta a una proporción de uno de cada cuatro candidatos en promedio. «Sería un 25%, pero también puede ser un 23% o un 28% dependiendo del caso», explican, procurando minimizar potenciales tensiones entre los diversos sectores que componen esta naciente sociedad política.
Un frente de contención para Ritondo, como líder provincial del PRO, es la postura de Patricia Bullrich, quien desde un largo tiempo ha establecido una sociedad con los libertarios y ha incorporado a su propia gente en el último año.
«Tenemos el quilombo de siempre, con Patricia, que apoya la negociación y está jugando bien, pero que tiene que explicarle a los de abajo de ella que ahora llegó Ritondo y le pone gente propia», detallan quienes intermedian en esta compleja negociación multipartidaria.
ritondo, empoderado por el pro y los milei
El caso de Ritondo reviste una particularidad. Representa al PRO con el respaldo de Mauricio Macri, pero, a su vez, ostenta lazos muy sólidos con los hermanos Javier y Karina Milei, forjados a lo largo del tiempo. Este afecto mutuo, que se evidenció en la reciente conferencia de prensa, lo posiciona de manera diferencial en la mesa de negociación.
Un claro ejemplo de esta sinergia fue una conversación reciente entre los Milei, Pareja y Ritondo, ocurrida cuando los cuatro intendentes del PRO alineados con Jorge Macri amenazaban con una estrategia disidente, aliados con un sector del radicalismo, al no convencerles la integridad del acuerdo propuesto por Ritondo.
En aquel momento, desde el mileísmo se transmitió a Ritondo un mensaje inequívoco: «Si quieren que se vayan, lo que vos arreglaste con nosotros sigue en pie y está todo bien». Este vínculo se mantiene firme, y su solidez se reflejó en las sonrisas cómplices intercambiadas entre el dirigente del PRO y la secretaria de la Presidencia en el Hotel Libertador.

Soledad Martínez, intendenta Vicente López.
las dudas sobre los intendentes macristas
La negociación con La Libertad Avanza, confirmada por el PRO bonaerense la semana pasada tras horas de máxima tensión, incluyó finalmente a los 13 intendentes del partido. Entre ellos, los cuatro que responden a Jorge Macri: Pablo Petrecca (Junín), Soledad Martínez (Vicente López), Javier Martínez (Pergamino) y María José Gentile (9 de Julio).
Hasta el momento, este acuerdo se mantiene en pie, pero Ritondo monitorea de cerca la situación, dado que algunos, como Javier Martínez, no evidencian plena convicción con el esquema de reparto y podrían optar por una estrategia independiente en la segunda sección electoral.
El caso de Soledad Martínez se distingue, ya que como titular de Vicente López, fue testigo directo del avasallador triunfo de La Libertad Avanza en la elección porteña sobre el PRO, y no desea asumir riesgos al presentarse con una boleta separada que la confronte directamente con el mileísmo. «Sole entiende todo, no va a romper», confían quienes articularon el acuerdo entre el PRO y los libertarios.
El resto, al parecer, se sienten constreñidos a acatar el acuerdo que el propio Mauricio Macri respaldó, aunque con ciertas reservas. El expresidente se mantuvo al margen de la negociación, debido a su viaje al Mundial de Clubes de la FIFA. Confió en Ritondo y aguarda que el pacto posicione al PRO en un lugar respetable en términos de distribución de poder. «Que sea digno», es la frase recurrente entre quienes aún aspiran a una negociación más equitativa.