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¿Otro argentino que estira la pata por la patria ajena? Sí, señores. Y no cualquier ‘argentino’, sino uno que atendía al apodo más rioplatense que existe: ‘Coca’. Emmanuel Vilte, nuestro ‘Coca’ transnacional, dejó este mundo como un verdadero kamikaze del siglo XXI, cortesía de un dron ruso. ¿La primicia? Su cuerpo, ese mismo que sudó Malbec y le puso el pecho a las balas ucranianas, ya está con su familia. Ni más ni menos que entregado en Dnipro, para el último adiós con su señora María Kolody y la gurisa Sofía.
Se ve que ‘Coca’ la pegó en la lotería del más allá por un ‘Shahed’ ruso, de esos que te explotan hasta las ganas de vivir. Dicen que el lunes fue el día de la desgracia, en Pokrovsk. Y bueh, la historia de siempre: ‘desaparecido’ hasta que se dignaron a juntar los pedazos. Menos mal, che.
Y acá viene lo bueno. Sale a la cancha Fabián Castro, alias ‘Gringo’, otro gaucho suelto por Ucrania, para limpiar la imagen de nuestros mercenarios. ‘Murió como un soldado y era buen soldado haciendo lo que le gustaba’, dijo el Gringo, como si se tratara de un futbolista colgado de un travesaño. Y remata con la máxima: ‘los pocos argentinos que estamos en Ucrania ninguno está por dinero’. ¡Claro que no! Por la gloria, por el honor, por el choripán, ¡quién sabe!
No contentos con una muerte, nos revelan otra: Gabriel Alejandro Piparolla, que ya tenía su lugar en el ‘rincón argentino’ del Maidan, esa especie de altar de los valientes (o de los más osados). O sea, tenemos un mini cementerio de argentinos en Kiev. Qué nivel.
Y el Gringo, que lejos de estar en el frente, está en Colombia reclutando más carne de cañón. Se ve que los ucranianos descubrieron que los colombianos son más baratos, o quizás más fáciles de convencer que los nuestros, que ya tenemos trauma con los milicos. ‘Miedo no se puede controlar’, había dicho el ‘Coca’ en un rapto de lucidez. Y sí, si no le tenés miedo a un dron, no le tenés miedo a nada, ni siquiera a un lunes en la oficina.
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El cuerpo de Emmanuel Vilte, conocido entre sus allegados como “Coca”, soldado argentino que encontró su final en territorio ucraniano a raíz de la explosión de un dron en un ataque ruso, ya fue recuperado y entregado a su esposa e hija para proceder con el funeral. Así lo confirmaron compañeros del occiso a este medio.
La entrega se efectuó en la ciudad de Dnipro, para que su esposa ucraniana, María Kolody, y su pequeña hija, Sofía, pudieran disponer de los restos de forma privada.
Vilte, oriundo de Comodoro Rivadavia y de 39 años, falleció según los primeros informes durante la madrugada del lunes, víctima de un dron Shahed de origen ruso que impactó contra las fuerzas ucranianas. El ataque se dirigió contra su posición específica en la ciudad de Pokrovsk. Hasta la tarde del miércoles, su situación se mantenía como “desaparecido”, a pesar de que su deceso y ubicación eran conocidos, porque su cuerpo no había sido recuperado junto al de otros caídos, proceso que finalmente se concretó.
“Murió como un soldado y era buen soldado haciendo lo que le gustaba, porque los pocos argentinos que estamos en Ucrania ninguno está por dinero”, declaró a *Clarín* Fabián Castro, también apodado “Gringo”, uno de la decena de argentinos que actualmente combaten de manera profesional —es decir, contratados— para el ejército de Ucrania.
Castro, exmilitar y hombre de caracter recio, procuró en este contexto desvirtuar la etiqueta de “mercenarios” que suele aplicarse a los extranjeros que acudieron a combatir en la guerra de resistencia de Ucrania luego de la invasión de las fuerzas de Vladimir Putin en febrero de 2022, un conflicto que continúa con intensos combates.
Por otra parte, la situación genera delicados interrogantes en cuanto a los secretos e indemnizaciones para las familias de estos argentinos que ofrecieron sus vidas. Es crucial que se cuiden las formas, ya que de lo contrario, sus familias ucranianas podrían quedar desamparadas. Las cancillerías de Argentina y Ucrania pueden intervenir por la cuestión de sus ciudadanos, pero los soldados contratados participan en la guerra de forma privada, lo que no constituye un asunto inter-estatal.
Otro soldado argentino fallecido en Ucrania
En efecto, ya se han registrado otros decesos de argentinos en la guerra de Ucrania. Prueba de ello es el denominado “rincón argentino” en la Plaza del Maidan, la emblemática Plaza de la Independencia en la capital ucraniana, donde se han exhibido las fotografías de los caídos en este conflicto, incluyendo las del comandante argentino Gabriel Alejandro Piparolla, quien falleció en misión en Sumy el último día de mayo.
Fabián “Gringo” Castro, cordobés y combatiente en Ucrania, fue entrevistado por Clarín el año pasado. Su brigada, la 47, opera actualmente en Sumy y en Kursk, territorio ya bajo control ruso. Castro no estaba asignado a la misma unidad que Vilte y, tras ascender en las tropas ucranianas, se encuentra en una misión de reclutamiento en Colombia, país de donde proviene la mayor cantidad de extranjeros que combaten para las fuerzas de Volodímir Zelenski.
Vilte, al igual que la mayoría de los combatientes extranjeros, llegó reclutado en su país. Se incorporó a la guerra en diciembre de 2022, durante el primer año de la invasión, junto a otros dos argentinos, conocidos por sus sobrenombres de “Pela” y “Pirata”. Participó en significativas contraofensivas contra el ejército ruso, incluyendo la recuperación de Limán, Járkov y Sumy, lo que los posicionó como objetivos prioritarios.
«Estando acá mismo tenés miedo porque no sabés si te puede caer una bomba o algo, el miedo no se puede controlar”, expresó Vilte a un equipo de *TN* que cubrió el conflicto en Ucrania durante su primer año.