En un episodio que mezcla política, ironía y un toque de surrealismo, un senador nacional que previamente fue separado del bloque de La Libertad Avanza (LLA) le realizó una peculiar invitación a la diputada del mismo espacio, Lilia Lemoine. El insólito convite tuvo lugar en los pasillos del Congreso y rápidamente trascendió, generando diversas reacciones.
Durante un intercambio verbal tenso, el senador Vilmar Faura, oriundo de Catamarca, le sugirió a la legisladora Lemoine visitar juntos la zona de El Bañado, en Formosa, un área conocida por sufrir graves inundaciones. Sin embargo, el tono de la invitación no fue precisamente de preocupación social, sino más bien de una ironía mordaz.
«Venite, Lilia, al Bañado a bañarte un rato,» le habría dicho Faura a Lemoine, según trascendió. Y para añadir un elemento aún más peculiar a la propuesta, el senador agregó: «Con previo permiso de mi señora».
La frase, dicha en el contexto de un arduo debate legislativo, fue interpretada como una clara referencia a las críticas que ambos legisladores han recibido y a las internas dentro del oficialismo. La mención de su esposa, además, introdujo un elemento personal y hasta cómico a la situación, que rápidamente se convirtió en tema de conversación en los círculos políticos.
El cruce verbal tuvo lugar en las inmediaciones del recinto, donde ambos legisladores se encontraron después de una sesión. Si bien los detalles precisos de la conversación no fueron expuestos, la esencia de la invitación y la respuesta de Lemoine reflejaron la tensa relación que existe entre algunos miembros de LLA y quienes han sido desplazados del espacio.
La respuesta de la diputada Lemoine no se hizo esperar. Con su característico estilo directo, le habría respondido a Faura que primero debía «recuperar el bloque de LLA», haciendo alusión a la expulsión del senador en cuestión.
Este incidente, que podría parecer menor, es un síntoma de las disputas internas que atraviesa el oficialismo en el ámbito legislativo. La salida de Faura del bloque de LLA a principios de año generó un cimbronazo y evidenció las diferencias de criterio entre algunos senadores y la conducción del espacio.
La invitación a visitar El Bañado, un lugar que simboliza los desafíos de la pobreza y las inclemencias climáticas, se convirtió así en una suerte de metáfora política, utilizada de forma irónica para marcar diferencias y lanzar dardos envenenados. La anécdota, condimentada con la mención de la «señora» del senador, subraya el particular color que adquieren los enfrentamientos dentro de la política argentina, donde la seriedad de los temas se mezcla a menudo con comentarios punzantes y situaciones inesperadas.