La arena política se encendió en las últimas horas con un cruce virulento de acusaciones entre la diputada del GEN, Margarita Stolbizer, y funcionarios del Gobierno nacional, un altercado que tuvo como escenario las redes sociales y como telón de fondo el destino de las instituciones culturales argentinas.
Todo comenzó cuando Stolbizer, con la vehemencia que la caracteriza, lanzó un posteo en la plataforma X bajo el resonante título «arrancó la quema de libros», que rápidamente capturó la atención y desató la controversia. En su publicación, la legisladora acusó directamente al Gobierno de «promover un país sin cultura y sin memoria», ligando esta alarmante sentencia a la disolución de diversos organismos culturales, tal como se desprende de los decretos presidenciales 345 y 346, publicados el 21 de mayo en el Boletín Oficial.
“Milei y su banda de iletrados quieren un país sin cultura, sin memoria, sin libros, sin teatros y sin historia. Con los DNU 345 y 346 pretenden disolver organismos culturales históricos, degrada la Conabip creada por Sarmiento, convierte institutos nacionales en oficinas obedientes de su gobierno», sentenció Stolbizer, sin ambages, evocando imágenes que remiten a relatos distópicos.
La diputada no se detuvo ahí y anunció que su bancada ya presentó en el Congreso el «rechazo a estos decretos que atentan contra los trabajadores de la cultura, los espacios federales y la identidad misma del país». Con un tono aún más dramático, disparó: “Esto no es deficit cero, es la ignorancia del poder de las bestias (con perdón de ellas, porque ni un perro clonado ni un mandril harían semejante barbaridad). La patria no se construye quemando bibliotecas ni callando teatros. Se construye con memoria, libros, ideas y diversidad”.
La respuesta oficial: «acomodando mentirosos» y dardos cargados
La reacción del Poder Ejecutivo no se hizo esperar y, fiel a su estilo, fue frontal y sin concesiones. El primero en salir al cruce fue el secretario de Cultura, Leandro Cifelli, quien, elevando el tono del debate, desestimó las acusaciones de Stolbizer. Cifelli no dudó en tildarla de «iletrada» y en preguntar si «no sabe leer un decreto o es mala leche», un dardo directo a la intencionalidad de la crítica.
“Estos decretos lo único que cierran es la canilla del despilfarro de la casta de la que usted forma parte y sostuvo ocupando cargos durante tantos años. ¿Ahora le preocupa lo que pasa en cultura?”, espetó el funcionario, insinuando una supuesta hipocresía en la postura de la legisladora y pidiéndole que “deje de mentirle a la gente por su conveniencia de aspirar a un espacio en una lista”.
Según la explicación de Cifelli, la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), al pasar de un régimen “desconcentrado a centralizado”, no pierde presupuesto, «y se mantiene su presupuesto otorgado por ley, con asignaciones específicas». El funcionario remarcó: “Y usted lo sabe (si no, ya es muy preocupante su ignorancia)”.
En el caso del Instituto Nacional del Teatro (INT), Cifelli argumentó que la Ley del Teatro exigía que «el 10% del presupuesto se gaste en contratos y gastos operativos, y el 90% se invierta directo para fomentar la actividad teatral».
El presidente Javier Milei, siempre atento a la refriega digital, respaldó sin dudar a sus funcionarios, replicando en la red social una frase contundente: «Acomodando mentirosos», reforzando así la postura oficial y cerrando filas en torno a la gestión de sus ministros.
Sturzenegger se suma a la contienda y el cierre de Stolbizer
A la voz del secretario de Cultura se sumó la del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien, con su habitual retórica, sugirió que «un análisis es superficial cuando no logra entender en profundidad aquello que se analiza».
El ministro fue más allá y lanzó una acusación velada pero directa: «Durante años se robaron la plata de la cultura, la doblegaron, la domesticaron y no escuchamos ninguna queja. Pero le devolvemos esos recursos a la cultura y es un drama (claro, porque no pueden ya digitar quien la da, ni a quien se la dan o como dice el presidente Milei porque el que reparte se queda con la mejor parte». Además, Sturzenegger se refirió a la pasada alianza política de Stolbizer con Sergio Massa, calificando de «dislate» sus críticas y relacionándolas con el sistema de importaciones implementado durante su gestión.
La última palabra, al menos por ahora, la tuvo la diputada Stolbizer, quien no se quedó callada ante los embates: «Sturzenegger, tu profundidad ya nos hundió varias veces. Dejá de intentar dar clases que tocás de oído y muy mal. Salten, griten, ataquen todo lo que quieran. Lo importante es que no maten la cultura, la educación ni el empleo, y no quemen libros», concluyó la legisladora, dejando en claro que la polémica está lejos de zanjarse y el debate sobre la cultura y su financiamiento continuará en el centro de la escena política.
