La complejidad del escenario político bonaerense se manifiesta, una vez más, en la dificultad para cohesionar voluntades. Por segunda ocasión en menos de tres semanas, el Senado provincial se vio inmerso en un intrincado proceso para avanzar con un paquete de proyectos legislativos de alto impacto. Entre ellos, destacan el retorno de las controvertidas “re-reelecciones” para cargos electivos y la ratificación de más de 90 nombramientos de fiscales y jueces en toda la jurisdicción.
A pesar de las intensas negociaciones y del cronometraje milimétrico, la bancada oficialista logró reunir el quórum indispensable para el inicio de la sesión. Sin embargo, no todo fue celebración. Las disidencias, tanto internas en el peronismo como en los fragmentados bloques opositores, postergaron una de las iniciativas más urgentes para el Poder Ejecutivo: la solicitud de endeudamiento por U$S 1.045 millones, un monto crucial para sortear vencimientos de deuda y mitigar el profundo déficit fiscal que afronta la provincia. Si bien la propuesta, impulsada fervientemente por el gobernador Axel Kicillof, obtuvo despacho favorable en la comisión de Hacienda, su tratamiento en el plenario quedó diferido para el próximo mes. Parece que el optimismo de las proclamas de «unidad» y «alineamiento», tan resonadas tras la confirmación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner por parte de la Corte Suprema, no se tradujeron en la necesaria convergencia legislativa.
Intensas negociaciones para un quórum agónico
El desafío de alcanzar los 24 senadores necesarios para habilitar la sesión fue una verdadera proeza de cabildeo. Los diversos sectores que componen el oficialismo –La Cámpora, el peronismo tradicional y el kicillofismo– se vieron obligados a emprender negociaciones de extrema dureza. El objetivo primordial: destrabar el postergado proyecto de ley presentado por Luis Vivona (Unión por la Patria) que habilita nuevamente la posibilidad de que legisladores, concejales y consejeros escolares puedan ser reelectos de manera indefinida en sus cargos.
La memoria legislativa es corta, o quizás el pragmatismo es la virtud más apreciada. Hace apenas veinte días, Sofía Vanelli, referente del massismo, había marcado la cancha al sentenciar que las “re-reelecciones no eran prioridad”. Su postura, entonces inamovible, fue hábilmente transformada en un respaldo clave para habilitar la sesión de hoy. Sin embargo, no todo fue consenso. Federico Gafioli, figura cercana a Juan Grabois, sentenció con una inusual frase de compromiso social: “No cuenten conmigo. Mientras el pueblo la pasa como el o… no podemos estar desde la política mirándonos el ombligo”. A pesar de esta sonora negativa, el oficialismo orquestó un enroque estratégico: sumó a tres senadores del bloque “libertario blue” –aquellos que, elegidos por La Libertad Avanza, se desmarcaron a principios del año pasado– y a dos legisladores del bloque UCR+Cambio Federal. Con esta alquimia, se alcanzó el número “mágico” de 24 senadores, permitiendo el inicio de una sesión aguardada con tanta expectación como escepticismo.
Luz verde para magistrados, ¿y las re-reelecciones?
Se anticipa que, a pesar de la ausencia de los votos de los bloques del PRO y de “La Libertad Avanza original”, se aprobará el paquete que incluye la reinstauración de las re-reelecciones y la confirmación de 93 postulantes para ocupar puestos de fiscales y jueces en once departamentos judiciales de la provincia. Este nutrido grupo de magistrados, cuyas designaciones ya contaban con el aval de los bloques mayoritarios –con una distribución equitativa de apoyos entre oficialismo y oposición–, había quedado en un limbo debido a las recurrentes dificultades para sesionar en el Senado.
La última oportunidad fallida fue el 4 de junio, cuando la sesión se frustró por falta de quórum, seguida de una nueva suspensión una semana después, coincidiendo con la trascendental confirmación de la condena a Cristina Fernández por parte de la Corte Suprema. Hoy, con los focos apuntando a esta sesión, la provincia espera la concreción de estos nombramientos, vitales para el funcionamiento del Poder Judicial, y la definición sobre un capítulo que reabre el debate sobre la renovación y la vocación de permanencia en la política bonaerense.