La confirmación de la condena por corrupción contra Cristina Kirchner por parte de la Corte Suprema de Justicia ha generado, además de sus repercusiones legales y personales, un movimiento tectónico en la interna del Partido Justicialista. La exmandataria, inhabilitada de por vida para el ejercicio de la función pública, automáticamente cesa en su cargo partidario y, como detalle no menor, tampoco podrá sufragar mientras cumpla su detención domiciliaria.
Este escenario formal, aunque para muchos "pasó de largo como un tema formal", abre la insoslayable discusión sobre la sucesión del liderazgo dentro de la fuerza que actualmente nuclea al peronismo. Y las primeras mediciones al respecto, según una nueva encuesta, arrojan un panorama poco alentador para varios referentes: la expectativa de la militancia y la sociedad en general sobre quién podría tomar la posta es, en muchos casos, notoriamente baja.
La búsqueda del heredero: pocos candidatos y baja adhesión
El estudio en cuestión, realizado por el Observatorio de la Facultad de Psicología de la UBA (OPSA) entre el 12 y el 14 de junio sobre 1.030 casos a nivel nacional, abordó directamente la pregunta sobre quién, a consideración de los encuestados, sería el mejor dirigente para suceder a Cristina Kirchner en la conducción del Partido Justicialista. Los resultados, presentados con un margen de error de +/- 3%, pintan un cuadro de dispersión y, en no pocos casos, de orfandad.
Los números preocupantes:
El sondeo revela que figuras cercanas a la expresidenta obtienen guarismos bajos. Máximo Kirchner, a quien se especuló en su momento como un posible sucesor, apenas alcanza un 3% de las preferencias. Peor aún le va a Eduardo "Wado" de Pedro, quien fue el elegido de Cristina para la candidatura presidencial en 2023 antes de que la estrategia se reconfigurara; el exministro del Interior cosecha un magro 1%.
Incluso gobernadores que se han mostrado férreamente opositores al gobierno de Javier Milei, como el riojano Ricardo Quintela y el pampeano Sergio Ziliotto, aparecen con 0% en las opciones presentadas por la encuesta como posibles sucesores.
Los que emergen y la significativa ‘incógnita’
Dentro de este panorama, dos nombres se destacan, aunque con realidades diferentes. Juan Grabois, el líder del MTE, emerge como la figura con mayor adhesión dentro de los sectores más identificados con el kirchnerismo, obteniendo un 21%. Este porcentaje lo ubica como tercero en la tabla y algunos en el espacio ya lo visualizan como un referente de creciente peso.
Sin embargo, la mayor porción de las preferencias la ostenta Axel Kicillof, el gobernador bonaerense, con un 39%. Kicillof, quien durante años fue considerado el sucesor natural, ha mostrado ciertas intenciones autonomistas en el último tiempo, lo que podría complejizar su rol en una futura conducción unificada.
Detrás de Kicillof, y evidenciando la falta de un candidato claro para una porción relevante de la población, se ubica la opción "todavía no veo a nadie con capacidad para sucederla", que alcanza un nada despreciable 31%.
El resto de las opciones presentadas en la encuesta obtienen porcentajes marginales: Sergio Massa aparece con un 2%, un genérico "Otro" suma otro 2%, y José Mayans completa la lista con un 1%.
Este estudio se suma a otros trabajos que, al indagar sobre las imágenes de los dirigentes opositores, suelen mostrar a Cristina Kirchner y, en segundo lugar, a Axel Kicillof como las figuras con mayor reconocimiento y, en algunos casos, adhesión. La condena, más allá de sus implicancias directas, parece haber activado una cuenta regresiva en la búsqueda de un liderazgo que, por ahora, se presenta atomizado y con una importante cuota de incertidumbre.