Villarruel le dedicó sentidas palabras al Papa Francisco tras su fallecimiento. ¿Será que Francisco le dejó un par de consejos sobre cómo lidiar con la oposición?
La vicepresidenta resaltó los «valores compartidos» con el pontífice. ¿Se referirá a la austeridad o a la pasión por los discursos desde el balcón?
Recordemos que Villarruel fue insultada en una misa previa. ¿Habrá influido ese episodio en la emotividad de su mensaje?
Al final, Villarruel recordó un consejo del Papa: «No perder la alegría». Difícil tarea en la arena política argentina, ¿no?
El adiós de Villarruel al Papa Francisco: Un mensaje entre la solemnidad y la polémica
La vicepresidenta Victoria Villarruel publicó en sus redes sociales el mensaje que escribió en el libro de condolencias de la Nunciatura Apostólica en Argentina tras el fallecimiento del Papa Francisco. En el texto, Villarruel destacó la vida del pontífice como «un ejemplo de entrega, trabajo y amor hacia Dios, la iglesia y los argentinos», y aseguró que estos son «valores que compartimos».
La publicación se realizó luego de la participación de Villarruel en la misa de despedida realizada en la Catedral metropolitana, donde coincidió con figuras de la oposición como Axel Kicillof, en un gesto de unidad ante el duelo nacional. El arzobispo Jorge García Cuerva, en la misma ceremonia, expresó su deseo de que «el dolor nos una como pueblo».
Un encuentro previo y un consejo papal
Villarruel recordó en su mensaje un consejo que le habría dado Francisco durante una audiencia privada en el Vaticano en octubre pasado: «No pierdo la alegría». Esta frase, que cierra la carta de la vicepresidenta, cobra relevancia tras el episodio ocurrido días antes, cuando Villarruel fue insultada al salir de una misa en la basílica de San José de Flores, el barrio natal del Papa.
Entre la unidad y la tensión
Si bien la misa en la Catedral mostró un acercamiento entre figuras de diferentes espacios políticos, el incidente en Flores evidenció la polarización que aún persiste en la sociedad argentina. El contraste entre ambos eventos marca el contexto en el que se desarrolla el luto por la muerte del Papa Francisco y las reacciones que genera la figura de Victoria Villarruel.