Un intenso temporal azotó el AMBA con fuertes lluvias, ráfagas de viento y granizo, provocando caída de árboles, cables, voladura de techos, cortes de luz, demoras en trenes y desvíos de vuelos. El SMN mantiene alerta amarilla y prevé un descenso de temperatura para los próximos días.
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¡Paren las rotativas! El AMBA se convirtió en una película de Roland Emmerich pero con menos presupuesto.
El Servicio Meteorológico Nacional, o como le decimos en el barrio, los brujos del tiempo, la pegaron (para variar, dirían algunos). Anunciaron tormenta y se vino abajo el cielo, como si Zeus se hubiera enojado por un chiste malo de Lizy Tagliani.
Lluvia a cántaros, viento huracanado… árboles haciendo cosplay de dominó, cables de luz bailando tango y techos emprendiendo vuelo como si fueran aspirantes a astronautas. Un caos hermoso para el que filmaba desde la ventana, un garrón monumental para el que tenía que ir a laburar… digo, trabajar.
Aeroparque y Ezeiza, esos lugares donde uno va a ver gente con valijas más caras que tu auto, operaron en modo «sálvese quien pueda». Vuelos desviados a Montevideo, Rosario, Asunción… ¡Paraguay se convirtió en el nuevo hub aéreo regional! Impresionante el progreso guaraní.
En Haedo, el Sarmiento interrumpido por un árbol en las vías; en Caballito, los autos se transformaron en chatarra prensada gracias a la gentileza de la flora urbana. En Liniers, una antena dijo «hasta acá llegué» y se desplomó sobre dos casas, protagonizando una escena digna de Final Destination.
Y en Moreno, el premio a la mala suerte se lo llevó una vecina a la que el viento le arrancó el techo de su casa, dejándola a la intemperie. Una lástima que no haya tenido un jacuzzi para disfrutar del agua que le entraba a la casa como si fuera el Niágara. Eso sí que hubiera sido un plot twist.
Mientras tanto, el Gran Buenos Aires nadaba en calles inundadas. Una postal digna de Venecia, pero con menos góndolas y más olor a cloaca. En fin, la naturaleza hizo de las suyas, el AMBA se puso en modo supervivencia y nosotros, como buenos argentinos, nos reímos de la desgracia ajena… mientras rezamos para que no nos toque a nosotros.
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La furia del temporal: AMBA bajo agua y viento
Tal como lo había anticipado el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), una fuerte tormenta se desató sobre el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) durante la madrugada del martes. Lluvias torrenciales y ráfagas de viento causaron estragos en la ciudad y el conurbano, dejando un panorama de calles inundadas, árboles caídos, cables cortados y voladura de techos.
El transporte, en jaque
El temporal también impactó de manera significativa en el sistema de transporte. Varios ramales de trenes metropolitanos sufrieron demoras y cancelaciones, con la caída de un árbol sobre las vías en la estación Haedo del tren Sarmiento como uno de los incidentes más relevantes. En los aeropuertos de Aeroparque y Ezeiza, la alerta roja por fuertes vientos obligó a desviar vuelos hacia aeropuertos alternativos en Montevideo, Rosario y Asunción.
Alerta amarilla y descenso de la temperatura
El SMN emitió un alerta amarillo por tormentas para el AMBA y otras regiones del país, advirtiendo sobre la posibilidad de lluvias intensas, ráfagas de viento y caída de granizo. Tras una jornada de lunes con temperaturas extremas, se espera un marcado descenso de la temperatura en los próximos días, con máximas que no superarán los 28°C. El SMN recomienda a la población tomar precauciones, evitar zonas inundadas y mantenerse informada a través de los canales oficiales.
