Alerta por la desaparición de un hombre de 70 años con demencia senil

En tiempos donde los algoritmos pueden encontrarte una media naranja a 10.000 kilómetros de distancia, aún hay búsquedas que dependen del boca a boca, de la mirada atenta del vecino y de los ojos bien abiertos del kiosquero. Esta es una de esas búsquedas: Juan de Dios Valdez, 70 años, desaparecido desde el 11 de junio, y toda una provincia tratando de dar con él antes de que el invierno arrecie más que de costumbre. Con la serenidad que solo dan los años y una campera azul que hoy es clave, Juan de Dios salió y no regresó, dejando tras de sí una familia preocupada, un sistema de alerta activado y una comunidad que vuelve a recordar que no todos los héroes usan capa: algunos reparten volantes, otros miran bien en la parada del colectivo, y muchos prestan atención en redes sociales. Padece demencia senil, lo cual hace aún más urgente encontrarlo. Su imagen, ya viralizada, muestra a un hombre de rostro sereno, sonrisa amable y mirada que invita a no rendirse en la búsqueda. Porque cuando alguien falta, no se trata solo de estadísticas ni de trámites: es una silla vacía, una rutina interrumpida, una familia en vilo. Y esta vez, esa historia se llama Juan. De Dios y de todos nosotros.