El Ministerio de Gobierno, a través de su Dirección de Archivo General de la Provincia y Sistema Provincial de Archivos de San Juan, ha puesto en valor el legado histórico de Anacleto Gil, la figura central en la fundación del Registro de Estado Civil de las Personas en 1882. Este acto fundacional resultó crucial para la garantía de derechos y el acceso a la identidad de los ciudadanos en la provincia, sentando un precedente de modernización institucional.
José Anacleto Gil nació el 21 de enero de 1852, en un contexto político sanjuanino marcado por la inercia de la administración del general Benavides, delegado de la confederación rosista. La sociedad de entonces clamaba por un cambio de régimen. Este ambiente impulsó al joven Gil hacia la política, una vocación que se vio reforzada por la influencia de su padre, quien desempeñó roles como diputado, juez, convencional y administrador de rentas de las Juntas Municipales.
Una carrera meteórica al servicio público
Egresado del Colegio Nacional con honores, Anacleto Gil ingresó en 1870 a la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. En tan solo cinco años, obtuvo su título de abogado, destacándose por su madurez, equilibrio y una innegable vocación de mando, cualidades que lo perfilaron para su futuro rol en la política provincial y nacional.
Su compromiso con la sociedad sanjuanina se manifestó tempranamente. Mientras ejercía como profesor de Economía Política en el Colegio Nacional, fue elegido diputado por Capital y designado juez de primera instancia en lo civil. A mediados de 1875, ascendió a ministro decano del Superior Tribunal de Justicia. Ese mismo año, fue convocado como integrante de la Honorable Convención para la reforma de la Constitución local de 1854, demostrando una capacidad creciente para contribuir al desarrollo legal e institucional de la provincia.
Tras el atentado contra el gobernador Rosauro Doncel, la segunda carta política provincial fue aprobada en 1878. En este escenario, Anacleto Gil logró conquistar la banca como diputado por tercera vez, consolidando su trayectoria legislativa.
Luego de un paso por la cartera de Hacienda y Obras Públicas desde 1879, Gil fue designado candidato a gobernador de San Juan, asumiendo el cargo en 1881. Curiosamente, lo hizo a pesar de no contar con los 30 años de edad exigidos por la constitución que, en parte, él mismo había ayudado a redactar. Una excepción que resalta la confianza depositada en su figura.
El nacimiento del registro civil
Su administración fue un período de reformas y avances significativos. Entre sus logros se destacan la organización de la administración pública, la creación de la Dirección General de Rentas de la Provincia, diversas acciones de fomento para la economía y las industrias mineras y agroproductivas, y, de manera trascendental, la instauración del Registro Civil de las Personas.
La Ley N° 874, que dio origen al Registro Civil, estaba compuesta por ochenta y cinco artículos distribuidos en cinco secciones: disposiciones comunes; nacimientos; matrimonios; defunciones; y disposiciones complementarias y transitorias. Su gran mérito radica en haber servido como antecedente directo para la ley nacional N° 1565 de 1884, que estableció el registro de estado civil en todo el país. Incluso, la normativa sanjuanina antecedió en siete años a la ley nacional sobre matrimonio civil, demostrando su carácter visionario.
Legado y trascendencia nacional
No todo el camino fue exento de peligros. En la madrugada del 6 de septiembre de 1884, Gil fue víctima de un atentado. Un grupo de hombres armados tomó el cuartel de la ciudad, provocando la muerte del exgobernador Gómez y dejando a Anacleto con una herida casi mortal. Su padre, recientemente reelecto diputado, también fue detenido forzadamente. Tras el restablecimiento del orden, los responsables huyeron de San Juan y el entonces gobernador Carlos Doncel fue repuesto en su función.
Con el paso de los años, Anacleto Gil desempeñaría otra misión fundamental para el país: la intervención de la provincia de Santa Fe en 1912. Allí, utilizó la reciente Ley Sáenz Peña para reglamentar por primera vez en la región el voto secreto y obligatorio, un hito que resultó en la victoria del radical Manuel Menchaca. El presidente Roque Sáenz Peña le había encomendado al sanjuanino la tarea con la elocuente frase: “Vea doctor Gil, llévese la Constitución bajo el brazo”, confirmando al cuyano como su hombre de confianza para concretar el avance democrático.
Tras una extensa vida dedicada a la política y marcada por acciones trascendentales para San Juan y la Argentina, Anacleto Gil falleció en su casa el 22 de mayo de 1939, a los 87 años de edad, dejando una huella indeleble en la historia institucional del país.
Fuentes:
Departamento Archivo Histórico del Archivo General de la Provincia:
- Ley 874, denominación de la Ley Orgánica del Registro del Estado Civil de las Personas. Fondo Leyes y Decretos, T. VII, Fs. 165 – 174, Fecha: 17-11-1882.
- Firma de Anacleto Gil, Gobernador de San Juan (1852 – 1939). Fondo Histórico.
Departamento Biblioteca y Hemeroteca del Archivo General de la Provincia:
- “Sanjuaninos del Ochenta”, César H. Guerrero
- “El País y sus Hombres”, Octavio Gil
- “Historia de San Juan – Tomo VI (Época Patria 1875-1914)”, Horacio Videla
- “Gobernadores de San Juan”, Efraín Ramírez
