El Ministerio de Gobierno de San Juan confirmó que a partir del martes 1 de julio entrará en vigencia un nuevo aumento del boleto de colectivo urbano en el marco del sistema Red Tulum. El nuevo valor del pasaje base será de 810 pesos, lo que representa una suba del 8% respecto a la tarifa anterior, que se mantenía en 750 pesos.
Según informaron fuentes oficiales, la actualización responde a una revisión semestral establecida dentro del esquema de costos que manejan las empresas concesionarias del servicio. La Secretaría de Tránsito y Transporte autorizó este incremento tras analizar las variables económicas que afectan directamente la operatividad del sistema: combustible, repuestos, mantenimiento de unidades y salarios.
Esquema de revisiones semestrales
El ajuste de tarifas forma parte del mecanismo que contempla dos revisiones anuales: una en diciembre y otra en junio. En estos procesos, las empresas prestatarias pueden solicitar modificaciones tarifarias que luego deben ser aprobadas por el Estado provincial, encargado de definir los valores finales.
El incremento se aplicará progresivamente y será visible una vez que el sistema informático de Nación Servicios actualice los valores en todas las unidades del transporte público, aclararon desde el Ministerio.
Subsidios provinciales vigentes
La provincia continuará con su política de subsidio parcial a todas las tarifas del transporte urbano, a pesar de la quita del aporte nacional que se oficializó en 2024. Además, se mantiene la gratuidad total en el pasaje para los beneficiarios del Boleto Escolar y el Boleto Docente, dos medidas claves para garantizar la accesibilidad al sistema educativo.
En el comunicado difundido por el Ministerio de Gobierno no se detalló cómo impactará el aumento en los pasajes de media o larga distancia, ni en los recorridos que cubren zonas alejadas del área metropolitana.
Un sistema en constante revisión
Desde la cartera de Gobierno señalaron que el diálogo con las empresas concesionarias continúa abierto, y que cada actualización busca un equilibrio entre sostenibilidad del servicio y capacidad de pago del usuario. El ajuste, afirman, responde a una estructura de costos que se volvió cada vez más exigente en un contexto de inflación y eliminación de subsidios nacionales.