En Ullum, la policía recuperó electrodomésticos, muebles, ropa de cama, vajilla y herramientas robadas. Los objetos, denunciados como sustraídos el 16 de este mes, fueron hallados en un terreno baldío durante un patrullaje preventivo. El caso está siendo investigado por la UFI Delitos contra la Propiedad.
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En Ullum, donde las noches son más estrelladas que en cualquier otro rincón del planeta (y aparentemente, también más propicias para los amigos de lo ajeno), la Comisaría 15° se anotó un poroto digno de celebración. Mientras patrullaban la Ruta Provincial N° 60, nuestros valientes policías –esos héroes anónimos que arriesgan el pellejo para que podamos dormir tranquilos– se toparon con una escena digna de un capítulo perdido de ‘El Zorro’: un bulto sospechoso en un terreno baldío.
Uno se imagina la escena: los oficiales, linterna en mano, acercándose sigilosamente al bulto, el corazón latiendo al ritmo de un tango arrabalero. ¿Qué se encontrarían? ¿Un cargamento de plutonio robado? ¿Un grupo de extraterrestres en pijamas? No, la realidad, como suele ocurrir, fue más prosaica, pero igualmente satisfactoria: un botín de objetos sustraídos.
Electrodomésticos que seguramente habían sido el orgullo de algún hogar ullunero, muebles que tal vez guardaban secretos familiares, ropa de cama que prometía sueños reparadores, vajilla lista para cenas inolvidables y herramientas con las que algún vecino planeaba construir su propio paraíso. Todo allí, abandonado como un perro en la ruta.
“¡Ajá!”, exclamaron los policías, al mejor estilo de Sherlock Holmes. “Esto huele a Legajo Fiscal N° 59/25, caratulado como ROBO, con intervención de la UFI Delitos contra la Propiedad”. Y no se equivocaban. Resulta que los objetos habían sido denunciados como robados el 16 de este mes, lo que convierte a nuestros policías en algo así como los Reyes Magos de Ullum, pero en versión justiciera.
Ahora, la pregunta del millón: ¿quién abandonó el botín en medio de la nada? ¿Un ladrón arrepentido? ¿Un ajuste de cuentas entre maleantes? ¿O quizás un grupo de duendes cleptómanos que decidieron cambiar de rubro?
Mientras esperamos las directivas del Ayudante Fiscal en turno (ese personaje misterioso que dicta el destino de los expedientes judiciales), nos imaginamos a los vecinos de Ullum recuperando sus pertenencias, como si volvieran a armar el rompecabezas de sus vidas. Y a los ladrones, rumiando su mala suerte, preguntándose si no sería mejor dedicarse a la jardinería. Porque, como dice el refrán, “ladrón que roba a ladrón… termina durmiendo en un baldío”.
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Personal policial halló un peculiar botín en un terreno baldío de Ullum, poniendo fin a la búsqueda de objetos sustraídos y abriendo un nuevo capítulo en la investigación de un robo reciente. El hallazgo se produjo durante un recorrido de prevención y seguridad por la Ruta Provincial N° 60, donde los agentes divisaron un bulto sospechoso entre la maleza.
Al inspeccionar el lugar, los uniformados se encontraron con un verdadero tesoro abandonado: electrodomésticos, muebles, ropa de cama, cortinas, objetos de vajilla y herramientas. Un inventario digno de un hogar completo, pero lamentablemente, de origen ilícito.
El botín del baldío: ¿una mudanza fallida?
La sorpresa inicial dio paso a la confirmación de que los objetos coincidían con una denuncia de robo radicada el pasado 16 del corriente mes. El Legajo Fiscal N° 59/25, caratulado como ROBO, con intervención de la UFI Delitos contra la Propiedad, ahora cuenta con un elemento clave para avanzar en la investigación.
Próximos pasos
Se espera que el Ayudante Fiscal en turno imparta directivas para esclarecer el caso y determinar quiénes están detrás de este robo y el posterior abandono de los objetos. La policía continúa con las pesquisas para dar con los responsables y llevarlos ante la justicia.
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