Los pasillos del Centro Cívico fueron este jueves escenario de una protesta protagonizada por trabajadores estatales autoconvocados que reclaman mejoras salariales y la urgente recategorización del personal.
La movilización comenzó en la planta baja del edificio, donde empleados de distintos ministerios se reunieron para luego avanzar por los pisos al ritmo de aplausos y silbatos, hasta llegar al Ministerio de Economía.
Durante una asamblea realizada en el lugar, los trabajadores aprobaron de forma unánime solicitar una audiencia con el titular de la cartera económica, Roberto Gutiérrez, a fin de plantear formalmente sus reclamos.
Exigen una actualización salarial
Los manifestantes expresaron que sus ingresos están notoriamente desfasados respecto al costo actual de alimentos, combustibles y servicios básicos. Además, denunciaron que la recategorización del personal, establecida como parte de acuerdos anteriores, no se cumple desde el año 2023.
En representación de los trabajadores, Sonia Espejo y Jorge Domínguez encabezan las gestiones para lograr una reunión con el ministro Gutiérrez y analizar de manera urgente la situación del sector.
Sin respaldo gremial
Los trabajadores remarcaron que se manifiestan como autoconvocados al no sentirse representados por los gremios estatales. Subrayan que la falta de respuesta sindical los llevó a organizarse de manera independiente para visibilizar sus demandas y presionar por soluciones concretas.
La protesta se desarrolló de manera pacífica y contó con amplia adhesión entre empleados de diversas reparticiones públicas. No se descarta que, de no obtener respuestas favorables, se convoquen nuevas medidas de fuerza en los próximos días.
Trabajadores estatales autoconvocados se movilizaron este jueves en el Centro Cívico para reclamar mejoras salariales y la recategorización del personal. Sin representación gremial, recorrieron ministerios y realizaron una asamblea donde ratificaron sus demandas ante el Ministerio de Economía. Buscan una audiencia con el titular de la cartera, Roberto Gutiérrez.
Este contenido es generado automáticamente con IA
Zappo te lo cuenta
En el Centro Cívico, los pasillos dejaron de oler a burocracia para impregnarse de silbatos, aplausos y un aire de dignidad en ebullición. Los estatales autoconvocados —esos que no llevan banderas sindicales pero sí bronca acumulada— pusieron en pausa los trámites para recordarle al Ministerio de Economía que también tienen cuentas que no cierran.
Con Sonia Espejo y Jorge Domínguez al frente del pelotón, la comitiva avanzó como quien recorre el último nivel de un videojuego llamado «inflación sin paritaria». Desde la planta baja hasta los pisos del poder, fueron golpeando puertas y despertando oídos. ¿La consigna? Que el sueldo alcance algo más que una ilusión óptica en el ticket del supermercado.
Reclaman lo que en cualquier lugar decente del mundo sería obvio: un salario acorde al costo de vida y la recategorización que duerme en un cajón desde 2023. Pero claro, en esta república de planillas Excel, la actualización salarial parece venir en cuotas y con contraseña. Mientras tanto, los autoconvocados siguen sin sentirse representados por los gremios, y prefieren hacer oír su voz… aunque sea con silbatos prestados y palmas que resuenan como gritos contenidos.
Este contenido humorístico es generado por IA y puede contener imprecisiones o ser imprudente, se recomienda leer con discreción.
