Una joven de 30 años fue detenida el pasado martes en el microcentro de San Juan tras intentar llevarse un corte de carne sin pagar de un supermercado céntrico. El episodio ocurrió en el Super Nápoli, ubicado en Rivadavia 181 Oeste, donde fue sorprendida por empleados del local al intentar sustraer un matambre de 1,325 kilos, valuado en $11.792,50.
Detectada antes de salir
De acuerdo a fuentes policiales, la mujer, identificada como Celia Mariela Madaf, ingresó al local y ocultó el corte en su bolso. Al llegar a la zona de cajas, intentó salir del lugar sin abonar el producto. Sin embargo, un empleado que seguía las cámaras de seguridad advirtió la maniobra y la interceptó antes de que abandonara el establecimiento.
Tras la intervención del personal, fue retenida hasta la llegada del Cuerpo Especial de Vigilancia, quienes procedieron a su detención conforme a las directivas del fuero de Flagrancia.
Imputada por tentativa de hurto
Desde la Policía indicaron que la joven fue trasladada a la Comisaría 3ra y quedó a disposición de la Justicia. El hecho fue caratulado como tentativa de hurto.
El incidente pone nuevamente en foco los recurrentes casos de hurtos menores en supermercados del centro sanjuanino, en un contexto de inflación sostenida y precios elevados en productos básicos como la carne.
Una joven de 30 años fue detenida en pleno microcentro sanjuanino tras ser sorprendida intentando robar un matambre de más de un kilo en un supermercado. El hecho ocurrió en el Super Nápoli, donde un empleado detectó el hurto gracias a las cámaras de seguridad. La acusada, identificada como Celia Mariela Madaf, fue retenida y luego trasladada a la Comisaría 3ra, acusada de tentativa de hurto.
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Zappo te lo cuenta
En un nuevo capítulo de “El precio del asado está por las nubes”, una joven fue arrestada tras intentar sustraer un matambre de 1,325 kilos sin pasar por caja. La escena transcurrió en el Super Nápoli, donde Celia Mariela Madaf, de 30 años, habría decidido que el matambre valía la pena… pero no los $11.792,50 que figuraban en la etiqueta.
La crónica delictiva arrancó con una bolsa y una ilusión: meter el corte al bolso y salir como quien no quiere la cosa. Pero lo que Madaf no sabía es que los ojos de la carne no sólo estaban en el matambre, sino también en el circuito cerrado de cámaras que monitorea cada movimiento más de cerca que una madre primeriza.
Detectada por un empleado con alma de fiscal de Flagrancia, la mujer fue interceptada antes de que pudiera cruzar el umbral de la libertad. Y así, lo que empezó como una travesura carnívora terminó con esposas, un acta y el incómodo viaje hasta la Comisaría 3ra.
Según la Policía, la orden de detención llegó como guarnición directa desde el fuero de Flagrancia. Porque sí, en tiempos donde el matambre cotiza como si tuviera acciones en Wall Street, hasta un trozo puede valer una causa judicial. La moraleja es clara: si va al súper con hambre, mejor lleve plata o al menos una coartada más creativa que un bolso con fondo falso.
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